ESPANTO CONTENIDO


Mi corazón se convulsiona

con rabia contenida.

Siento en mi interior una gran tristeza,

un peso que me aploma el alma,

sólo desde lo más profundo de mi espíritu

puedo sentir tanta barbarie,

sinrazón y abatimiento,

el mundo está inmerso en la locura.



Los hombres nos sentimos empequeñecidos,

minúsculos ante tanta destrucción, dolor y muerte.

Resignado en el sufrimiento

mi corazón triste y añejo

por el transcurrir del tiempo

que envejece nuestro cuerpo.



Pero nos queda la fuerza del espíritu

que más ágil y despierto

puede soportar tanta demencia

y sobrellevar la amargura.

Con cordura y respetabilidad

resumo indeleble lo ya expuesto.



Nadie ni nada nos quitará

la libertad que Dios nos dio

para utilizarla, defenderla y consolidar

la dicha que en nuestro interior ha puesto.



Libertad que siempre tiene un precio,

que constantemente estará instalada

por encima de nuestros

propios sentimientos.

Antonio Molina Medina