En la noche de
San Juan
las llamas
subían al cielo
para recoger la
estrella
que me lanzaba
un lucero.
Cogí la
estrella en mi mano,
sentí su cuerpo
latir
iluminando mi
alma
yo sentía su
mar
alumbrando mi
vivir.
Los amigos
verdaderos
quieren de
distinta forma
se entregan con
mucho celo
por ese vivir
sincero
para sentirlos
por dentro.
El despertar de
una niña es,
como si abriese
la jaula
a un gorrión
encerrado
en una celda
dorada.
Los sueños son
alcanzables
si los sueños,
sueños son
si te ayudan a
vivir
los sueños son
importantes
y se deben
perseguir
como se corta
una rosa
hermosa y con
espinas
clavos que te
aran sufrir.
El amor y el
sufrimiento
van ligados a
la vida
insertados en
el tiempo
pero amar es
conjugar
todo en una
sola vida.
Antonio Molina Medina