DESCUBRIDORA DE SUEÑOS

Caminando por Sinovas, Aranda de Duero, Burgos

La vieja máquina, varada en un andén de una estación cualquiera, estaba inservible con sus hierros carcomidos por el óxido. Una niña muy delgadita, pero tierna, se acercó a ella (a la máquina) y comenzó a meter leña y carbón en su caldera. Sopló con fuerzas y ¡Oh! el milagro.  Comienza a sacar humo por su tronera o chimenea, que se incendió de golpe resurgiendo, resoplando, explosionando en su interior los placeres ocultos, sin catar, ni conocer los amores que queman... los que una dama complaciente le descubre.

Aquí, sin darse cuenta, cree que nos ha surgido un cuento. Sonríes porque su cuerpo es un cúmulo de sueños y de vivencias acumuladas en el tiempo, que quiere que sean para ti mujer, sólo para ti, porque ya su corazón se lo entregó sin reservas a lo puro macho. Y todo, dice bien, todo lo que hace y piensa es por ti, desde la serenidad que has introducido en su corazón, mujer. 

-“Gracias por tu atención y comprensión, amada mía. Ya sé que soy una cruz para ti... y ¿Sabes por qué lo sé?”

-“¡Sencillo, querido inspector! porque las monedas tienen dos caras y, a ti, te está tocando la cruz. Algún día no muy lejano, te saldrá la cara y volarás por los campos de Castilla, los que rozan muy pegaditos a nuestra Andalucía.”
Sinovas, Aranda de Duero, Burgos


EL ROSTRO
Llegaste en su día y te dejaste contemplar.
Miraste curiosa con una sonrisa en la cara.
Tus ojos relucían endulzando tu rostro.
Hacían juego con tu cuerpo,

con el que caminabas.
Todo será posible mientras
pueda admirarte limpiamente
y poder reflejarme en tus ojos,
en la niña que mana de tu propia mirada.
De pupilas, de luces, de ternura.
Sonrisa sincera. Sonrisa no forzada.

Antonio Molina Medina

CORAZÓN… CORAZÓN

Jardín de una casita en Sinovas-Aranda de Duero-Burgos. 

Cuando el corazón de detiene sin resueno,
le inflama sentimientos aplacados.
El triste y enjuto corazón se dilata de nuevo
y comienza su nueva andadura.
Se suelta risueño en su cavidad.
Cósmicos espacios detectan su estructura.
Recuerdos de amores apetecibles, nuevos.
Generoso amuleto que confortan sus recuerdos.
Corazón… Corazón…
¿Por qué eres tan tierno, si tu misión es sencilla,
comedida, continuamente repitiendo
los mismos movimientos, sin tregua,
para ser oído por todos los rincones del cuerpo?
¡No te detengas!
Consénsualo con tu cerebro.
Eres un corazón, que quiere, y ama,
en los confines del otro, en cuerpo y alma.
Eres un corazón que hoy… está sediento.
Antonio Molina Medina


SU SOMBRA



Sinovas Arande de Duero (Castilla León)
Entre algodones su cuerpo,
alguien resucita esta espiga
que, fructífera, brota en los páramos.
Los años trascurren acompañados
por los granos, desgranando su fruto.
Los sueños de esparcen en su cerebro
que adormece los incestos dañinos de su cuerpo.
Su mente se hace gigante para que los sueños
prevalezcan, cual relámpagos salpicados del cielo.
Las estrellas enmudecen su brillo y sus ojos
marcan su rostro de escarcha.
Entre nubes vuela su cuerpo que no se detiene
aunque el tiempo este siempre presente
entre los pliegues de su piel que protege
su cuerpo. Y a su alma rejuvenece.
Gracias zagal, tu alma es un profundo fuego
una hoguera instalada en el tiempo cuyas llamas
alumbran mi espíritu y calientan mi cuerpo
que, ardoroso destella su calor a mi propio corazón,
afligido con las ardas del invierno.
Antonio Molina Medina
02/08/14

EL RACIMO

Pedanía de Sinovas-Aranda de Duero

Mientras de sus cepas clonan sus retoños,
dejando que los rayos del sol penetren en
lo más profundo de su menudo cuerpo,
del que, lleno de ilusiones, despuntan
sus hojas, resplandecen sus tallos que
al cielo se adornan.

Entre los retoños que rompieron con fuerza,
Resurgen sus racimos que explosionan
al aire con vigor. Cual vida imparable
se precipitan sus granos, diminutos cuerpos
que se hacen salvajes; poderosa melodía
con la que la cepa nos deleita con su
eterna fuente de todas las cosechas.
Sin bulla.

Sin permisos, salen a la vida y se hacen
de negro y de blanco, cual dulce semilla
que se aferra a las manos de seres que sienten,
que sueñan y viven apartando hojas,
recogiendo sus granos en la próxima vendimia.
Antonio Molina Medina
03/02/17