ATRAPARON SU ALMA…

 

Sinovas-Aranda de Duero

Hola mi querida y admirada amistad:

De ese rosario de perlas que mana de tu figura,

que reluce la sombra de las fuentes de nácar.

De agua pura, acuífero perpetuo

cuyos dientes me atrapan. Perlas en tu boca

refulgente saliva da brillo a tu sonrisa

recuerdos que queman perforando almas.

La montaña nos envuelve. Nos engancha.

Tu sonrisa brota de la cueva humana.

Mágica, segura, principio de amores y esperanza

mi corazón se desprende de envolturas inservibles

se desparrama y clama por su ladera y

por su plaza, calles de pedrería de añejas esteras

que mis ojos se dilatan.

 

En una pequeña cueva la noche mágica nos envolvía.

Nos dejamos atrapar entre versos y poesía.

Palabras que brotan del viento

por entradas de hilos de plata.

Sentí el calor de tu cuerpo. Lo sublime de tu mirada.

Tus ojos me transportaban como dos limpias espadas.

Emanabas sabiduría, buscando respuestas claras las

que a mí me arrancabas, consciente,

por la limpieza de tu mirada.

 

Ya nada es diferente a la mujer. El embrujo de la sierra.

Del suspiro de sus gentes donde brotó la palabra.

La montaña nos atrapó y Federico, encantado,

nos ofreció su sonrisa e ilusión.

Desde su morada, el Rey moro de Granada,

nos animaba a seguir, a continuar nuestra dicha,

a sonreír, soñar y querer. Amar envueltos en la nieve

cuya blancura nos envuelve. Pureza para mentes sanas.

 

Río de la Miel- El Cobre-Algeciras

En taberna añeja, acoplada a su montaña

me  atraparon tu duende, tus ojos y tu alma.

Deje entre sus piedras, parte de mí vivir,

entre juegos y lágrimas, amores del alma

quemaron mis entrañas. Secan mi garganta.

Y brotaron lágrimas de amor y esperanza.

 

Desde pequeño rincón, incrustado en mi costado,

Absorto te contemplaba. Perplejo, lleno de sueños

mi corazón no mentía. Sólo así se liberaba.

Brotando de él agua pura de manantial renovado.

Montaña de sueños junto a su Alhambra.

Las hadas, los gnomos, los duendes me atrapaban.

Me  modeló por dentro.

Vida renovada. Federico se ríe. Se solaza y calla.

Hadas sonrientes, les brotan las lágrimas las

que compartían con fe y esperanza.

Son las nuevas vidas que ellos atrapan.

 

Ellas, sonrientes, se miran y callan.

Él las contemplaba: estaba vacío y

no sentía nada. Su mundo había muerto,

otro comenzaba y no sabía nada.

Solo los poemas que ellas recitaban,

le entraban en su mente, corazón liberado.

Insertados en sus almas sentimientos trepidantes.

Los que caminan juntos, manos atrapadas...

Que un día viajando, encuentro fortuito

en la añeja montaña.

Caminos, senderos, gritos doloridos,

mentes liberadas. Vidas palpitantes

que una estrella errante atrapó la montaña.

 

Se disipó la niebla. Ellos se aferraron a

manos de esperanza. Tres vidas encuentran,

el aire respirable que envuelve sus vidas.

Perforan sus cuerpos y nace la esperanza.

 

Se aferraron briosos: manos, vidas, sueños

llenos de placer, mentes limpias y claras.

Sueñan estremecidas envueltas en nubes.

blancas. Puras. Briosas las que

brotaron de sus almas.

Antonio Molina Medina

2022