Queridos Reyes Magos:
Sé que no he sido bueno. Este año, era muy difícil, en este mundo trepidante en que vivimos. Más difícil aún, cuando entre
sueños descubres que todo, ha sido una mentira. Te rodea en la vida, gente sin
sueños que llevarse a la mente; gente sin corazón, sin sentimientos, excepto
los derivados de su propio provecho. En fin, vosotros ya sabéis como soy de
malo, pero mi maldad solo son travesuras, que poco o nada tienen que ver con la
verdadera maldad del hombre despiadado. Yo,
no tengo la culpa de haberme enamorado como un niño. Ese, que todavía
cree en los Reyes Magos, en los belenes y en los pájaros pequeñitos, como los
gorriones que inundan nuestros campos con sus trinos. Sus aleteos, se colaron
en este corazón. Inútil hasta entonces, no sabia para qué, ni si el por qué era
solo bombear el precioso líquido por sus venas. Aquello no estaba completo,
tenía que haber algo más para seguir latiendo, acaso con más fuerza. Se le coló
ese aire renovado, sin darse apenas cuenta, y, hoy late con el ímpetu que le
imprime su dueña. ¡Sí! Este corazón, ya tiene propietario.

El Poeta
Antonio Molina Medina