Eres la sal del
agua de la mar.
Eres la esencia
del tiempo.
Eres la pieza en
la mar dónde
el pescador
zozobra en
en las olas de
tu aliento.
Pero descubres
que la noche
se almacena
entre sus ondas.
La tinta se
rebela mientras
sus manos,
tiemblan por el
frio del
invierno.
Antonio Molina
Medina