LA PALOMA



Ayer temprano me dirigí al campo
y labrando la tierra aprecié tu sonido
en forma de pájaro. Volabas. Reías.
Desde los árboles tú me llamabas
tu voz de las ramas fluía.
 
Y fue tras de ti buscando tu encanto
Se encontró una rosa, olió su perfume
fragancia de hojas el viento
que revuelve su pelo y le acaricia.
 

Sublime momento, contempló la rosa,
su amor en el aire. Comprobó
la serena belleza de un alma cálida
con brillo en la piel, que a su cuerpo provoca.
 
Que el trigo en espiga ilumine tu vida.
Poemas que llenan por dentro este barro
porque el viejo puente, ya tiene baranda
tus brazos, desde la otra orilla.
Antonio Molina Medina