Llegada de tierras lejanas,
de tierras del llano y de la
montaña,
de campos frondosos,
fuentes de agua clara
llenas de familias
rotas, desplazadas,
daños colaterales,
así le llamaban
los que nos vendían
yo no se que patrias.
En esta otra tierra
llena de esperanza
formaron familias,
construyeron casas,
echaron raíces
en ésta tierra clara
donde nuestros hijos
briosos jugaban;
que brotaron de ella
cual tallos fecundos
para repoblarla.
Antonio M. Medina