LOS LIBROS

 


Y Mairena dice luego: << Yo soy la incorrección misma, un alma siempre en borrador>>. Fíjense qué imagen más extraordinaria: un alma en borrador, es decir, un alma que se está rectificandoa sí misma y que puede rectificarse a sí misma constantemente. Y ay de aquél que no tiene un alma en borrador, porque ése será pedante, será arrogante, será seguro de sí mismo, todo lo que debemos ser si seguimos las enseñanzas de Mairena, porque debemos dudar de todo, y dudar de nuestras ideas, y dudar de nuestros pensamientos, y dudar, como decía Unamuno, de nuestra propia duda. <<Soy un alma en borrador, llena de tachones, de vacilaciones y arrepentimientos>>

Antonio Machado

 


LOS LIBROS

Ya desde niño, se le negaron los libros  los que

nos hablan y acarician a nuestros sentidos a través

de las palabras, y se convirtieron en la única

 

presa a conseguir. De ahí que los mirara

con ansia y avaricia: su ambición de libros y

el tenerlos entre sus manos cuando descubrió

sus letras y lo que  ellas exponían…

 


incidieron en su delirio;  y cuando caían en sus manos,

aunque fuera a escondidas, tras apropiarse de ellos en

las bibliotecas de su vida los devoraba y se sentía

 

seducido por la lectura desde sus ojos que le incitaba, 

dejando su mente siempre entreabierta y consciente, 

buscando su sabiduría de la que florecía  su escritura.

 


Y su cuerpo se acurrucaba a las amenas charlas de

donde manaba esa sabiduría que volaba de sus gentes,

cuando se introducía entre ellos y sus palabras…

 

Y no titubeaba, ni bajaba la cabeza cuando le miraban...

Necesitaba esa alegría  que salpicaba de sus letras

cuando, con su límpida voz, las leía.


 

Soñaba cuando anidaba con sus cabras, en la sierra maravilla,

llamaba con furia y fuerza a los que él más quería, y el eco

le contestaba, devolviendo  su propia voz.

 

Y él se sentía el señor de toda la serranía  mientras

custodiaba  sus cabras las que, a él, le sonreirán

 


quizás ellas le enseñaron otras letras ya que las

de hoy están putrefactas de odios y envidias y mentiras.

27.12.22.

Antonio Molina Medina