MOLINO ESCALONA

 

Majaralto. El Cobre-Algeciras

Le decía Sócrates a su querido Simmias: “Simmias, para haceros ver que debemos trabajar toda nuestra vida entera para adquirir virtudes y sabiduría, porque el premio es grande y bello y la esperanza halagadora.”

Majaralto. El Cobre-Algeciras

Era por el atardecer cuando cogía su caballo blanco y a pelo con su bolsa “para” el pan río arriba,  galopaba entre chaparros, por el camino hacia el molino Escalona. Traía seis teleras para toda la semana…  ¡Y para más de 18 personas en la casa! Pan moreno a rebanadas… ¡y contadas! Les llenaban el estómago con la ‘pringue’ de tocino y unas papas que tirábamos sobre las ascuas de la candela.

Molino El Águila. Río de la Miel. El Cobre. Algeciras

Surcaba río arriba galopando en su corcel sin la montura, envuelto en la naturaleza que era el hábitat donde vivía. Las piedras del camino le saludaban, y los cardos borriqueros le pinchan al pasar mientras su menudo cuerpo soñaba… ¡siempre soñaba! entre caballos y mulos y la burra con su cría, y las anillas de los puercos… las gallinas se espantaban y los pavos se alteraban con sus gritos pasajeros. Él se sentía feliz aunque sin llenar su estómago. El mismo que hoy sigue en su cuerpo tras los años transcurridos, y sigue soñando en su río, sus molinos, y su gente que nunca quedará en el olvido.

 

Río de la Miel. El Cobre. Algeciras

EL POETA LE GRITA EL VIENTO

Que brama, que ruge…, retumba su alma;

envuelta en la llama que brota de leños,

envuelve su figura él siente su sangre,

que fluye de lo más adentro

atrapado de vivos sentimientos.

Antonio Molina Medina

31.01.2021