Sigue vivo en nuestro adentro

Mariana Pineda, Antonio, Pepito del Amor y Daniela
(Valderrubio-Granada)
Entre chopos y olivares
mecían los elementos,
las esporas fluían
cuando los cimbreaba el aire.

Sentí su espíritu vivo
impulsado por el viento,
sus partículas resplandecían,
su espíritu vivo brillaba
brotando sonrisa clara
atrapada en el tiempo.

Vi su tristeza en sus ojos,
en su mirar no pasa el tiempo,
esbozando una libélula de luz
que el aire va transmitiendo.

Su sangrar es placentero.
Su mirar es permanente.
La luna lo iluminaba
con su cuerpo aún presente.

Dicen que lo fusilaron
desaprensivos, inconscientes
dardos envenenados
brotaron de la corriente.

En la orillita del Cubillas
su risa atronaba el aire,
su sombra emerge del río
por la fuerza de su cauce.

Las hojas caen lentamente,
el otoño las desprende,
las posa con suavidad
en medio de la corriente.
Su muerte nos liberó.
Él nos marcará para siempre.

Otra forma de vivir.
Otra forma de querer.
Otra forma de sufrir.
De un hombre que tanto amó,
que a todos tuvo presentes.
Su mensaje aun perdura.
Federico sigue vivo.
Su corazón aún caliente.
Está más vivo, se le siente
en el transcurrir del tiempo.
Él nos mostró el camino.
Así alimentó a su gente.
Antonio molina medina