Ayer, la avistó transparente

Ayer, la avistó transparente. Se trasformaba un oasis viviente. Es su sentir con aquellos que la quieren. Ella lo percibe, por eso se desprende de su interior y lo pone consecuente entre sus manos para cuidarlo generosamente.

Eres mujer loba y marinera. Sabes querer a aquellos que te quieren. Ser decidida es parte de su vida. Junto a tu sonrisa duradera cual brisa, sabes sufrir, amar, enternecerte, mujer.


Su confianza merece respeto. Darlo todo por ella, mujer será su cometido. Quererla tanto como la cepa al vino. Será su paladín envuelto entre las nubes, negras y blancas, briosas en su blancura. Será fiel como el agua del caño a su fuente. Defraudarla sería el fracaso de su vida. Escritos brotan sinceros, concebidos cual corazón que siente los latidos, para almacenarlos y guárdalos con celo, en ese rinconcito oculto y protegido. Para seguir viviendo. Para seguir soñando. Para seguir amándola, mientras la luz tenue o vivaracha se siga filtrando por las rendijas de su cabaña. Compañera del alma… tú… ejemplo de mujer primera.

18/05/16

Antonio Molina Medina