HERMANA NUNCA PERDERÉ TU CORAZÓN


El agua de los ríos no se detiene
ni habrá fuerza humana que
logre parar lo imparable,
lo constante, lo fieramente humano.
Zarpa de un corazón que
se crece en lamentos,
por vivir, amar…, quemar su cuerpo.
Saramago nos dio lecciones
de vida... sueños. Nos destapó
realidades humanas dignas de seguir
en la senda por donde solo
vida, solo vida, solo.
Antonio Molina