QUERIDA DEMOCRACIA

 

Sinovas Aranda de Duero 



Ya ves, yo no te conocía y vivía entre turbulentos episodios antinaturales desde mi nacimiento y forzado a ser un ciudadano junto a los designios de los tiranos, que no solo dominaban nuestra mente, también nos narcotizan el camino a seguir (su camino).

Pero se posó en mis manos la poderosa palabra CULTURA en esos ejemplares, cual semilleros de letras bien enjaezadas, y pergaminos extensos  que me incitaron a moverlos al refugio de mi mente, en departamentos sagrados donde en sus estanterías se organizaron dejando que decida su suerte, creando una magna y nueva raza la que se afianzó entre las ruinas del pasado.

 

Lucía la esrtella

Apareciendo una nueva tierra de cultivo, con cepas y lindos chaparros junto a árboles nuevos entre la tierra roja de su corazón, donde florecieron, espléndidos y suculentos, El Amor y la Amistad. ¡Qué sean los pilares de esa tierra por la que camino! y no lo sean el odio y la envidia o la apatía que oscurece a los seres humanos. Son pilares que recorro, abrazado al aire que limpia mi rostro e incita a mis días a seguir respirando la deidad con la que está concebida mi existencia.

Linda será la plantación de los sentidos en la que, entre los árboles verdes y curtidos, ingrese sin apatía en la flor y los verdes prados, y solo florezca el amor, solo que… nuestras penas nos cortejan con gentes buenas  que nos acompañan en esta linda tarea de poblar de grano los surcos del arado.

 

Fuente del Águila El Cobre-Río de la Miel

Participando mi cuerpo y la mente me delata lo infiel que era y hoy se rebela contra los tiranos que posan las huellas de lo incívico e ileal del ser humano. Entre el barro y las semillas donde fermentaban, después del cierre de los surcos… Sentiremos esa DEMOCRACIA en libertad cantando con  las aves del paraíso, de plumas suaves y lindos trinos, y los bohemios cánticos de esa paz y sofoque los alaridos de los depredadores que vuelven a intentar matar de nuevo nuestra liberación por un puñado de papel podrido.

Antonio Molina Medina

28.11.21

SU SOMBRA LE LLAMA

 

Bahía de Algeciras-Cadiz

Hoy escuecen las heridas que sus sombras dejaron en su cuerpo las que atraparon sin denuedo y sin justicia. La maldad se fusionó entre sus ideas dejando la puerta abierta a tanta verborrea. Sumiso y sin causa, caminó por la estepa y su mente volaba sin descanso por las praderas de sus sueños las que le fortalecieron, intentando encauzar ese vestigio de un arado, antiguo, pero fértil en precisar en esa tierra que dejaba, en sus surcos, alimentos que brotaron desde su cavidad... donde hoy resuena en alaridos de fuerza intimada… La galerna no pudo superar con sus vientos y perversidades a una mente que supo conjugar el mal que le inculcaron con los nuevos vientos de su vejez.

El Cobre-Parque de los Alcornocales-Algeciras

A tumba abierta se pobló de esperanza y dejó en las cunetas donde los peón caminero apartaban las yerbas y piedras y ramaje de zarzas por sus carreteras.

 

Cundió en sus dedos junto a sus ojos esas letras que hoy mastica su mente y aporrean sus dedos sobre el aguijón de sus años. Quizás la vida se esté agotando y su sombra lo sabe y le aviva con mensajes los que aglutinó para dar oxígeno a esa tierra fértil que alguna mano milagrosa posó sobre su cuerpo justo, al respirar su aire en su nacimiento…

 

El Cobre-Parque de los Alcornocales-Algeciras

Tal vez fortuito e indebido…, pero se dejó mecer entre su verde Vega donde amamantado por pechos de mujeres las que fueron capaces de dar hasta la última gota de su leche…, antes de que se derrochara por las veredas de su necesidad en su tiempo.

Antonio Molina Medina

25.11.21

CAMPOS DE CASTILLA

Sinovas-Pedanía de Aranda de Duero-Castilla y León

 

Comenzaba a penetrar las sombra sobre su atardecer y los últimos rayos de un sol, casi consumido, aún se filtraban por las verdes ramas de los pinares y, a la vez, hacían brillar las verdes hojas de los viñedos de la pedanía, cual brillo restañar su candor entre sus viñas, mientras su pesado cuerpo reposaba en un tronco de árbol caído por los años para enredarse, como la yedra, en su noble cuerpo ya místico y degradado por los vientos y aguaceros, que su cuerpo soporta. Mientras otro cuerpo embravecido de sustancias muy añejas, aún, palpa con suavidad su corteza desprendiéndose de recuerdos y sustancias vividas en tinieblas.

 

Sinovas-Pedanía de Aranda de Duero-Castilla y León


El murmullo del viento sopla en su rostro y enaltece su condición humana, mientras limpia de impurezas su alacena, donde la nueva savia estaba aún sedienta y sensible. Mirando de soslayo el verde, verde ramaje de las viñas, llegando su sembrado aroma hasta la sombra que envolvía su corazón, hoy, quizás dolorido por los avatares de los años transcurridos.

 

Dicen que…los años engrandecen la mente de la riqueza que, imborrable en su caminar por los senderos agrestes y difíciles, y los terrones de la tierra para su oreado, renovando su existencia se apacigüe cuando los recuerdos le llevan a las fuentes de su experiencia soñada y vivida… Y él se empeña en no cejar en su intento de sumergir  en el habitáculo de su almacenada mente, sabores que el campesino fermenta, y los hace materia de ríos amargos y de apriscos incoloros donde fluye la verdad, sencilla flor cuyos olores se desprenden entre la vida y la muerte… tierra roja y verde...  Jugo de prados donde los elementos los trasiega el labrador entre surcos repletos de semillas a la sombra de terrones  que, suaves, dejan cubiertos sus frutos.  

 

Sinovas-Pedanía de Aranda de Duero-Castilla y León


Mientras, la sombra de los pinares pueblan inmunes sobre lo verde y fecundo de su suelo, por las laderas de sus caminos, entre cánticos de pájaros en libertad y animales briosos espantados por los trepidantes ruidos de los tractores que labran la tierra, ya que el otoño se acerca y el verano se escurre de sus campos sin frutos, excepto los viñedos que se enriquecen con los racimos de su jugoso y dulce fruto preparándose para su recogida.

 

La lucha del campesino es interminable. Y los tractores siguen perforando la tierra de barbecho para disponerla y airearla para la nueva siembra donde vuelvan a brotar el trigo y la cebada, el maíz y la remolacha o el girasol  que se doblega, y gira ante la fuerza de su creador por su calor…

Sinovas-Pedanía de Aranda de Duero-Castilla y León


Mientras los encallecidos cuerpos  dan un respiro a esas figuras doloridas donde ensamblan la noche con el día gracias a los faros de sus tractores y la lucha por sus vidas.

La lumbre de sus hogares los concentra y, entre cuentos y leyendas, avivan sus ilusiones para próximas cosechas.

 

Jóvenes y sencillos personajes, que solo miran y escuchan a sus mayores, y almacenan en sus cerebros esas duras tareas que a ellos les esperan y guardan en  sus recuerdos.

Sinovas-Pedanía de Aranda de Duero-Castilla y León


Quizás hoy, algunas de sus mentes estén prestas a poblar los caminos con sus pisadas y las huellas de tractores, con el corazón sangrante de júbilo presto a darlo todo por su Cultura  que brota de la libertad bien entendida y libre de pedantería
.

21.11.21

Antonio Molina Medina


EMOCIONES

 

Ellas se van pero sus hechos quedaron marcados
entre las pisadas de mi cuerpo.

Mil besos él te daría.

Mil rosas en cabrioladas

Mil corazones sensibles,

que por tu vida pasarán y

con su fuerza loada.

 

¡Con qué ciclón caen de su alma!

Su corazón se estremece,

se confunde con su agua.

Lágrimas de serafines se

acumulan para salir…, y él

las dejo fluir por los surcos de su cara,

los que le hacen llorar…

los que le hacen reír...

 

De sufrimiento es la vida,

también de arbusto y de sombra.

Su corazón se ajetrea y

se encontró una fortuna,

fortuna que no merece

sueños que desde la cuna

su madre en cuentos contaba.

Él la miraba a la cara y

como una luz azulada

se apoderaba de su alma.


Mientras su dama sonríe

con sus dientes de alabastro,

él sólo la mira y la sigue mirando

perforando una sonrisa

de sal y dulce en sus labios.

¡Cómo la quiere!

¡Con qué fe la contempla!

¡La seguirá contemplando!

Quererla, sólo quererla

es lo más recomendado.

 

Aunque sus ojos le duelan,

aunque de soledad un hartazgo,

nada ni nadie en el mundo

será capaz de destruir

lo mejor de su legado

para morir en sus brazos.

18.11.21

Antonio Molina Medina

CHAPARRO SOLITARIO

Parque de los Alcornocales -El Cobre-Algeciras


Transcurría la vieja tarde caminando por la vereda antigua de la Trocha en dirección al Cobre después de darle un beso a su madre, que se quedaba con sus hermanos en Pajarete,  y se detuvo ante el tronco brioso de un chaparro cuya raíces comulgaban con las aguas de su río y buscar un acomodo para su cuerpo apoyándolo a la sombra de su limpia corteza, observando sus raíces  que se introducían en la eterna agua del río de la Miel. Ya con su cuerpo apoyado en su espléndido tronco cuya corteza, briosa y reluciente, su corcho se mantenía aún sin arrebatar de su cuerpo y él insistía en buscar su acomodo entre las raíces que se deslizaban buscando el alimento de sus aguas.

Se sumergió en la lectura escribiendo sus versos y pequeñas historias de cuentos ya lejanos para algunos de las nuevas generaciones que se niegan a creer lo que aconteció por esas veredas (hoy caminos ocultos del pasado entre las alambradas del destino.)

 

Río de la Miel-El Cobre... La Chorrera-Algeciras

Un minúsculo susurro enmudece la piel de su rostro y, girando su cuello, lanza su vista a una rama verde y lozana donde se posa una joven golondrina. Mientras la observa se provoca un brusco  movimiento desde otra rama más poderosa y se perfila la figura de un Buitre con su cuello pelado y sus alas plegadas aferrado con sus afiladas garras a ella…él se sonríe y los mira y ellos le miran con mirada reciente, y comentan entre ellos:

- Atiende, Buitre-le increpa la golondrina -¡Ese que está escribiendo, yo lo recuerdo, ya que mis antepasados nos hablaron de él!

¿Tú sabes algo? -le apremia la golondrina.

 

Mirándose a los ojos con la fuerza que transmitían sus miradas, le contestó el buitre.

- Si, algo me contaron mis mayores. Pero, ¿por qué me lo dices? - le volvió a decir a la golondrina -Es que, por lo que aprecio en él… Algo queda es sus facciones  de su cara de niño… -le contestó la golondrina-. Hubo un niño que vivía por estas colinas en un cortijo y tuvo algunas peleas por salvar a mis antepasados de las garras de una serpiente y no pudo salvarlos, ya que no alcanzaba al lugar donde teníamos el nido dentro de su cortijo… - le explicó al buitre.

 

Río de la Miel -El Cobre- Algeciras

-La verdad, -le contesta el Buitre.  -es que… -algo me contaron mis antepasados también a mi… Una de esas veces me dijeron que pasó un niño con su cántaro de agua por la vereda y una manada de buitres, para él extraños, y no se asustó. Y mira que lo miraban y lo rozaban con sus plumas, pero él ni se inmuto, y siguió sendero arriba hasta su cortijo. - Le contestó el Buitre.- Pero, ¿ya le ves?... -¡ni se inmuta de nuestra presencia-¡ Tiene que ser él -Le insistía, el buitre.

 

De improviso unos anillos se formaron en la poza de agua entre sus pies y él no se movió. Y del agua, entre un borboteo, asomó una cabeza erguida que, aflorando de las aguas del río, se dirigió a ellos deslizando su cuerpo sobre el agua… la miraron y se pusieron a dialogar, era una menuda serpiente que pidió intervenir.

-Por favor- les dijo la serpiente, erguida su cabeza -Yo sé alguna historia de ese chavea y os lo puedo contar si me lo permitís. -les dijo.

-¡Como no! -le contestaron a la vez el buitre y la golondrina.

 

Río de la Miel -El Cobre- Algeciras

-Este niño, (les relata la serpiente) estaba una tarde lavándose en el río después de una jornada de trilla y antes de subir a la casa de la colina se daba un baño y, a la vez, solía meter las manos por debajo de la piedras buscando (el incauto) coger algún  pececillo o algún cangrejo y… estaba una de las de mi raza enroscada debajo de la piedra y, mira por dónde,  tropezó con su cuerpo y la bicha se defendió del peligro que suponía para ella el roce de un extraño y no lo dudo y le mordió en un dedo… Y él, al ver la sangre que brotaba de los menudos orificios por donde salía su sangre, salió corriendo del agua y acudió donde su tío que estaba en la era, ya que acababan de terminar de preparar la nueva parva para el día siguiente para su trilla. Su tío, cuando le vio, hizo que se asustaba y él chaval le enseño la picadura con sus tres pinchazos por donde manaba unas gotitas de sangre. Su tío tratando de ocultar la sonrisa se sonreía y le dijo:

-¡Sobrino!, ¿qué te ha picado?

Y el chaval le dijo llorando:

¡Una bicha en el agua!

Y su tío le contestó:

-Pues estás apañado.

-¡De esta noche no pasas: ya que, es venenosa, y no creo que mañana te levantes vivo…!

El chaval estuvo toda la noche despierto esperando lo peor y, cuando el sol comenzaba a despuntar por los depósitos del agua por lo alto de su loma, se despertó, ya que no pudo aguantar el sueño y se durmió agotado… Y mirando al ‘chozón’ y la era ya preparada con su parva… vio a su tío alrededor de los caballos para ponerlos al frente del trillo, se levantó y fue corriendo a su lado gritando:

-¡Estoy vivo! ¡Estoy vivooooo!

-Tito, tito… -¡Estoy vivo, no me he muerto...!

Y su tío le dijo con mirada expresiva, y con una mueca de sonrisa y sorna:

-¡No te iba a pasar nada ya que esas serpientes de agua no hacen daño y además yo la vi cuando gritaste, salí corriendo hasta la angarilla y vi cómo se alejaba  y era muy chiquita!

 

El Cobre-Algeciras

Suenan los cencerros y las esquilas y el murmullo de voces que pasaban por la vereda y él, posando su mirada de soslayo, ve aparecer al cabrero y curandero del Cobre con su reata de cabras. Y el primero que se acerca a él, es su perro  que, moviendo su cola, se acurruca a su lado ya que fueron muy buenos amigos. El cabrero se acerca y le saluda:

-¿Qué haces por aquí?-le dice. -Cómo sigue tu madre-le pregunta.

-¡Esta en la finca de su hermano!, con  mis hermanos -le contesta el niño.

-Qué bien te lo pasas…

-No pierdas el tiempo. -Le insistía.

-¡Mira que te gusta esta tierra…!

-Así es, -le dice el chavea-

 

-Bueno, que las cabras se me escapan y no vaya a meterse en algún sembrado- le decía, y su menuda figura salió acelerando el paso por la vereda precipitadamente.

 

Él se relaja y deposita el libro junto a lo escrito, y observa los pequeños golpes de agua de  menudas cataratas que provocan las piedras centenarias de su río, y apoyando su cabeza en el corcho, casi se queda dormido…Menos mal que los viandantes que habían acudido a la capital pasaban por la vereda y algunos se paraban a hacer su pequeño descanso en las piedras que, bien colocadas, estaban alrededor del tronco del chaparro. Para los que acudían al pueblo a por los mandados y llegaban cansados al lugar, aprovechaban el lugar para un ratillo de descanso.

Algeciras Plaza Alta

Algunos solo le miraban otros le saludaban y algunos, más allegados, compartieron charla de tiempo pasado y recordando sus años de su niñez por esa vega sencilla donde su río regaba y daba fuerza a sus molinos, como el que tenía casi enfrente, a la otra orilla del río: El de Los Tomates, o… ‘Tomatis', en la Cañada de los Tomates) que estaba al otro lado del río, cuyas aguas movían las dos fornidas piedras con las que molían el trigo cuando el agua caía con fuerza sobre sus pozos… para luego pasar y dar su generosa agua  que circulaba por un canal entre las tierras del molino y la finca del hermano de su madre, que la usaban para el riego del huerto y donde la familia se bañaba.

 

Remontando su vuelo la golondrina y el buitre y hundiéndose la serpiente en lo profundo del río…, Él comienza su recorrido hasta las puertas de lo imposible, mientras, millones de ojos  le indican, que siguen ahí, en el azul cielo, entre los cortijeros, cabreros, piconeros, y viandantes, ya que  uno de los caminos cuyo nombre era LA TROCHA, por donde deambulan por sus veredas y con acierto.

Antonio Molina Medina

26.08.21.

ASÍ ES MUJER:

 


Nos colaremos por la verdes barandas

montados en briosos corceles,

sin bridas sin aparejos.

Nuestros cuerpo insertados pletóricos de vivencias,

de vivir saludables para no enturbiar la conciencia.

Seres libres caprichosos por sentir…, sentirlo todo.

Ya la muerte nos estorba y se aleja cabizbaja,

no nos sorprenderá su llanto, ni su risa ni su nada.

Seremos barco seguro.

 

Vadeamos los ríos y sembraremos el trigo,

nos alumbrara la candela y por la noche los dos juntitos,

oiremos pura música que brotará de los grillos.

Juntos en los olivares se nos aparecerá Federico...

el muy puñetero como nos mira... con qué sonrisa miraba...

a mí se me caía la baba y entre sueños me dormí,

junto a las claras del alma.

Antonio Molina Medina

2021

LAS ALAMBRADAS…

 

Delika-Orduña y su valle. Euzkadi

Era un día lluvioso de su invierno, y se sucedían las carreras de piernas menudas y plantas imprecisas a la salida del colegio. Silban las notas de la tarde y cada pequeño cuerpo se dirige a sus casa para repasar y realizar los deberes que les han impuesto sus maestros.

Un niño suelta las utensilios de clase y se calza las botas 'cachuscas' y sin más dilaciones le dice a su madre:

-¡Mama!, tengo que ir a por las vacas, que se nos echa la noche encima y ya sabes que les prometí a los aldeanos, que iba a ir a por el ganado a la finca que está por detrás de la plaza de toros.

Delika-Orduña y su valle

-¡Cógete ese bocadillo que te he preparado!,  está encima de la mesa grande… -le decía su madre.

Arramplar con su trofeo y salió dando un portazo, dejando a su madre gritando por la forma de cerrar la puerta.

Bajó las escaleras de piedra a oscuras y salió del portón en dirección al caserío… solo… para decirles que ya iba a por el ganado.

-¡Que ya estoy aquí y no subo, me voy a por las vacas! les dijo.

Los aldeanos asomaron la cabeza por la pequeña ventana y le dijeron:

-¡Ten cuidado a la vuelta que se te echara la noche encima. Y antes de meterlas en la cuadra, les das agua del pilón!

-Valeé… -le contestó corriendo por la carretera.

Delika-Orduña y su valle

Al tomar la curva en dirección a la finca detuvo el paso y fue más templado en su recorrer y llegando a la finca ya las vacas le habían olido y se dirigían a la entrada de la angarilla cubierta por unas tiras de alambre de espinos cuyo soporte de madera estaba enganchado por un aro de alambre, como única llave de la finca; deslizó el alambre sobre el madero y apartó la cortina de alambres a su izquierda llamando a las rezagadas para su recogida y, de improviso, con la oscuridad ya intensa, sus ojos divisaron unos puntitos de luz entre la hierba y cogiendo un menudo gusano, se lo puso en la palma de la mano y dejo de dar luz… y mientras salían las vacas se fijó que al poco rato se iluminó el gusanito en su mano. (Su descubrimiento podía ser bien acogido por los aldeanos)…

 Pero se dio cuenta de que estaban ya las vacas caminando para el caserío y quiso darse prisa y confundió, por la oscuridad,  la puerta y se dio con la frente en una alambre de espinos marcándose la frente de puntos rojos… Pero no se inmuto, ya que no podía ver lo que se había hecho y siguió con las vacas por la carretera hasta el pilón donde bebieron agua y luego pasaron al caserío metiéndose en la cuadra ya que el aldeano tenía la puerta abierta para que pasasen.

 

Río Nervión- Delika-Orduña

Cuando entró la última vaca en la cuadra y al mirarla el aldeano le dijo.

-¿Qué has tenido algún problema?- Y le salió un ’¡redios!’ -mirándole a su frente.

-¿Qué  te ha pasado?... -Sube a la casa, alégrate y que te curen.

-La aldeana pegó un grito y se echó las manos al rostro al verlo y, corrió a por gasas y otros productos para desinfectar las heridas.

-Pero ¿Cómo te has hecho esto? -le decía la señora.

Él le contó a grandes rasgos lo sucedido, mientras ella le curaba.

-Menos mal que no te lo has hecho en los ojos, -le decía-. Tenéis el ángel de la guarda detrás vuestro… ¡leches!

Río de la Miel-Parque de los Alcornocales-El Cobre


Y ya curado, ya que solo fueron unos pinchazos leves y la sangre asusta al personal, ella le miró y se dio cuenta de que la mano derecha la tenía cerrada y le dijo:

-¿Que te has hecho en la mano que la llevas cerrada?

Y él la abrió y le enseño ese bichito de luz que el niño había descubierto, y ella le entró la risa y le dijo:

-¿Pero cómo has podido tenerlo en la mano con todo lo que te ha pasado?

-Es que, es que…. ¡Nunca lo había visto y se lo quería enseñar!

Sinovas Arande de Duero

Subió el aldeano y le contó a su señora la película de lo que le había pasado al chaval y, los tres terminaron riendo y acudió con él a su casa para decírselo a su madre para que no se asustarse al ver las heridas de la frente, que no fueron heridas sino pinchazos de las púas de las alambres.

07.09.21

Antonio Molina Medina

LA LUZ ESTRECHA MI MORADA

 

Sinovas-Castilla y León.

Hubo un día en que te desnudaste y pusiste tu alma al descubierto. Y observó que su cuerpo ya no tiritaba del frío que le insertaron, con todos sus elementos, desde niño. Y ya, su cuerpo dejó de agitarse del mal maligno que, pétreo entre aguas turbias, contaminó sobre toda su anatomía llegando hasta el corazón

 

Sinovas. Castilla y León

Pero apareció la lluvia, cuyas gotas de agua sagrada las que provenían del cielo de nubes blancas, se deslizaron por su piel liberando todos sus sentidos los que, ardorosos, se expusieron a los rayos luminosos del sol que nos calienta, cuyo calor sofocaba el universo.

 

Soplaban los vientos del norte provocando una férrea galerna, cuya brisa dejaba al descubierto las miserias humanas que trataban de seguir aferradas a sus sentimientos. Pero la luz que penetro en su intelecto sofocó, asfixió, ahogo, el caudal del negro barro en el que se encontraba, pertrecho de suaves caricias que el aire limpiaba su alma, y su cuerpo, dejo libre todos los sentidos que en su ánimo se hallaban; dejando que  su entidad descansara de años de sufrimiento y de maldad.

Ciudad de Orduña-Bizkaia

Y posó sus alas de olivo añejo, entre olivas y ramas de sueños (los que la vida nos depara) desde la libertad sentida y conquistada, ya que la maldad la llevamos dentro como seres vivos. Ese lobo malo y bueno con el que nacimos.

17.02.20

Antonio Molina Medina