FELICIDAD PARA TI BLANCA… NIÑA ENCANTADA



El Cobre. Algeciras. Parque de los Alcornocales
Saltas de una nave que te trasporta, que te acompaña desde mi infancia y miras y contemplas lo que te rodea y, sientes vergüenza y sientes la pena… mis penas.

Y te despiertas soñoliento y te desperezas. Es aún temprano, y comienzas a caminar por el Chorro y sus aledaños, dando sentido a tu vida. Y te aferras a ella con la ilusión primera. Respiras el aroma que suaviza tu estancia y tu habitación se enmudece de su fértil fragancia. Mientras, por los canalillos de tu corazón se mecen las olivas
La Chorrera. Río de la Miel. Parque de los Alcornocales. Algeciras
‘enrastrilladas’, sin huesos, insertas en verdes hojas de troncos añejos de los olivos que aún cantan, mientras los chaparros añosos, hoy desnudos, se perciben entre la espesura que cubre su tronco y la voz de una chiquilla, percibe mi alma y la zarandea, y le pone fuego su llama azulada. El humo , brioso, se abriga a mi cuerpo y lo hace volar por otros senderos: un día de gloria por donde caminaba y camina mi cuerpo, despojado de su alma.

 
¡Tierra que venero, que oprime mi sombra, que quiero y suspiro cuando estoy tan lejos!

Las aguas del Rio de la Miel, dejan al descubierto la flor de una niña chiquita, de una zagalilla que quiero, que sonríe y le sonrío, a pesar de los ruidos de voces que percuten lamentos, que me hacen sentir, por la sangre que llevamos: la tuya y la mía, la que nos alimenta por dentro.

Hoy, la luz cubre sus pasos, corriendo por las veredas que otras niñas corrieron buscando corazones que les eleven y les adulen.  Todos los que le recuerdan…, todos los que le protegen.

Desde el invierno de su cuerpo, al final de esta aventura donde solo ¡solo! el tiempo  trasmiten mis dedos, cual sabrosas golosinas. Solo amor siento en mi pecho y me aferro a su sonrisa… tu sonrisa niña dulce, la de una niña que llora y sonríe y ríe con fuerza infinita.

Río de la Miel. Parque de los Alcornocales. Algeciras
Silban mis recuerdos y desde mis aposentos solo te digo: ¡Que seas muy feliz en tu nueva experiencia! que luches  y sueñes; que ames y te ames, que tú, eres lo primero. Que te hagas fuerte en esa tu vida, en tu tierna existencia.

Que la felicidad, eleve tu cuerpo y tu sonrisa sea el candil, que ilumine tus pasos, para que alumbren las veredas a los tuyos, a los que te quieren, por la orilla de los chaparros y naranjos…, por las aguas del Río de la Miel y sus orillas, por ese pequeño pueblo que recorres ¡libre como una ardilla! por el arbolado que, sediento, se posa en sus aledaños y orillas de tu huerto.

Antonio Molina Medina
03.03.018