DESDE EL SILENCIO


Pedanía de: Sinovas. Aranda de Duero. Castilla...
Amigos acercaros a oír desde el silencio, el caudal de agua bendita

que brota de las letras como susurros al viento. Vientos capaces de

dejarnos impulsivos y listos para recuperar la infancia tan necesitada

de almas. Corazones si…, corazones, inexpugnables y amorosos, donde

las entradas de su sangre salen después como un torrente de plena

naturaleza que, incansable, se posa en mis dedos pertinaces


y sin tregua capaces de dorar las aguas que nos brotan de sus letras.

Dijo Federico (para los amigos) “que nunca dejemos de ser niños...”

Frase bendita en boca de un niño poeta y que repite la anfitriona y

señora de las letras que afortunadas. Redoblan los tambores en

la guerra, guerra en los campos llenos de amapolas por las tierras

castellanas, donde un campesino del otro lado del mar, un tal

Whitman, entrado en edad, me señalo en  su blanca barba, su cielo

forjado de seres que aman, quieren y nunca se doblegan al mal,

que como un lobo al que alimentamos con la savia de la paz y

la cordura es capaz de dejarnos soñar como así lo hace la señora

que todo lo repone y lo hace luciendo aun en las noches negras

muy negras, donde pueblan los murciélagos,

cabeza abajo en sus ramas.
Pedanía de Sinovas. Aranda de Duero. Castilla

09/11/16

Antonio Molina Medina