YO MIRABA TU ROSTRO


 
Hoy desde mi cielo azul y
una pradera de silvestres flores,
de animales libres,
una bandada de pájaros
dibujaron tu rostro
en lo más alto del cielo.
Te miraba, miraba, miraba
y tú sonreías, reluciendo
en tus dientes de nácar
el resplandor del sol.
Yo, íntimamente, me alegraba.
Contemplando el rostro
un escalofrío recorre mi cuerpo;
sentirte tan cerca, y, verte tan lejos
 

A. Molina Medina