ERAN OTROS TIEMPO… ¡QUIZAS VOLVERÁN!

Pasa el tiempo. La vida sigue propiciándonos hermosos recuerdos.



 Los niños corretean por la cocina al rededor de una mesa repleta de pertrechos: un poco de harina, cabello de ángel, agua para amasar, levadura y aceite de oliva, de los olivos del huerto de la finca de atrás.

                                  


Una sartén con aceite al fuego y se fríen, su cuerpo se hincha y se dora para saborear.




 

 
Era nuestro tiempo. Nuestra Navidad. Eran otros tiempos. Sencillos recuerdos donde las familias se inundaban de vida, de sueños; con pocos enseres, pero compartiendo lo poco y lo mucho sin pestañear… Era Navidad…
 
Soñadores de sueños, que nunca alcanzaron, pero la sonrisa y sus corazones se paladeaban casi al respirar.
El cielo azulado. El rugido del viento. El frio de la nieve y la vieja candela para secar sus lágrimas: Las que brotaban de sus ojos ante la impotencia de su necesidad.
 
Hay viejos recuerdos… quizás volverán.
 
Hoy, ya nos falta el pan y a muchos…, un techo donde cobijarse...
Antonio Molina