Guarda tus emociones

 
 
Guarda tus emociones
para degustarlas con las sonrisas
que provocan tus aciertos.
Deja las lágrimas que cual barquitas
se cuelgan de tus ojos
rompiendo las baldosas.
Detén el corazón
sediento de emociones
para compartirlo
viendo gritar tus ojos
en los folios, y mirar
tus labios en los ríos
envueltos en la sal
de tu cuidado.
Antonio Molina Medina
 

INVIERNO

Llegó el invierno a su cuerpo,           
aterido de frio. Su alma se escapa       
sin pestañear a otro hemisferio.
Se lo advirtió: "No dejes tu cuerpo
aterido y sin sentidos…"
No hizo caso. Siguió su rumbo
sin sombra por la vida.
El mundo le aclamaba y sonreía.
No miraba hacia atrás a pesar de
que no se fiara que su cuerpo
lo alcanzara. Volando como águila real
al cementerio, que en tinieblas
tenía preparado su propia libertad,
su decisión molesta a sus vecinos.
El sol salía para todos sus oyentes.
La luna se precipitaba sobre su sombra.
Creía que su vida ya no consumiría.
Un ángel le atrampó sin dase cuenta,
colocando sus pasos en verada incierta.
Sólo lagrimas certera de agua derretida.
Su frialdad perforó su cuerpo indicando
el frio de la noche. Eran los campos
sin pájaros ni abetos. La tierra dócil
se trasformó en una fiera de despojos
del pasado que perdura en su mente.
Fina yedra se enrosca en su cuerpo
 
Desposeyéndolo de olores y sabores.
Rompiendo en  trozos las albardas.
Cabeza gacha. Manos laceradas.
Ojos de piedra que recuerdan impávidos
que lo que perdura son los seres
que no tienen vida ni filamentos;
que alumbran los parajes llenos de
almas sujetas al destino que pueden
escapar aunque se salgan del camino,
para coger de nuevo el invierno temido,
olvidando, por ello, un amor
concebido de la nada.
Antonio Molina Medina

MUJER


Cuando las hordas de la noche escudriñas en tu corazón y resoplan insistentemente tratando de disipar los placeres contenidos de su corazón, aun dolorido, pero no sumiso, sin que nadie ni nada que le oprima y menos consumiéndose sin ideas que hagan revivir de nuevo todo lo que acontece a su alrededor es: Un corazón nuevo consistentemente humano, que florece como una flor en primavera. Reluciente. Esponjoso. De tiernas hojas. Presuroso en deshojarse de nuevo, para seguir viviendo junto al río de los deseos, sus deseos con las personas que amas, quiere y le confortan.

 

Amistad, querida amiga, es la palabra que fluye con fuerza, que provoca suspiros y rabia. La verdad sólo tiene un camino, el que parte del mismo destino, cual vías de un tren en la noche, sin parada ni marcha anunciada.

Antonio Molina Medina

UTOPÍA

Bodas de oro del señor Félix y Doña Margarita
 
¡Qué utopía pretender ser más feliz!
¡Intentar conseguir una miaja más
de felicidad compartida!
Es natural. La felicidad está vetada
a los que la buscan con insistencia.
Todos son quebraderos de cabeza,
Situaciones anómalas que nadie acepta.
No está permitido que un pedacito
de felicidad se cuele en su vida.
Era un espejismo. No está en la norma.
Un oasis cegador. Una nube negra llena
de granizo que emborrona su vista
y entorpece la mente, que no pueden soportar
que una pequeña partícula de felicidad
que creía al alcance de la mano,
se vuelva torrente de lava
que todo lo quema, que se convierta
en brasa por el efecto del volcán
dentro de su corazón, inaccesible
para el ser humano
donde sólo rebuscan un trocito de
felicidad que les negó la vida.
 
Antonio Molina Medina

FEDERICO

Un sólo día de felicidad suple
una vida de tristeza.
Tómeselo usted como le plazca
y piensen sus neuronas
lo que ellas quieran.
A pesar de su soledad bien manifiesta,
en la Vega, entre cereales y chopos,
la felicidad se presenta.
Unos ojos le acompañan.
Su espíritu vuela que vuela.
El disco duro se apropia,
se introduce en su memoria.
Su corazón se solaza
para llenarse de grietas,
como la granada se abre las venas
dejando fluir su rojo brillante.
Su sangre se altera. Caldo reluciente
se filtra en la tierra.
Su anatomía caduco, aún lleno de fuerza,
deja escapar su cuerpo de gacela.
Granada placentera, lloran sus arroyos
y sus fuentes eternas que a sus ríos penetran,
al verde de sus campos
preñados de huertas.
Antonio Molina Medina

SUS OJOS

Miro sus fotos y la engrandecen.
Miro sus ojos y me dan alas.
Ella, el fuego que nos atrapa.
Eres la llama que nos alumbra.
Sólo lanzo leños al fuego
para que nunca se agote
el ardor de sus palabras.
 

Antonio Molina Medina

SU ALMA

Una mañana abrió su ventana
Intuyo su aliento cercano en su cara
Se aferro a su niebla que seguía sus pasos
Y perdió la inocencia al sentir su abrazo
 
Su corazón que todo lo desea
Miraba su cuerpo; perseguía su alma
Y encontró sus ojos, de firme mirada.
La lumbre de su cabaña, en silencio se filtraba
Dejando un reguero de colores
Que sus llamas provocaban
 
El negro de sus ladrillos
No se dignaban tocarla
Entre celestes colores
Volaba firme su alma.

Antonio Molina Medina
18/01/15

 

Dándolo todo se recibe todo.

Dándolo todo se recibe todo.
Algo mágico ocurre en nuestro interior
luego de ordenar los retazos de una vida,
soportando el dolor, la ira, y la envidia.
Pero cuando el amor entra en ti
todo se perdona.
Un acordeón de sueños
capaz de soportar lo indecible
te ayuda a vivir sin recato.
¿Para qué queremos sermones ni nieblas?
Sólo nos queda la suerte de encontrar
el amor de nuestra vida.
Sé que duele... pero así lo fue siempre.
Algunos seguimos vivos
gracias a la amiga POESIA
siempre presta a ayudarte a caminar entre minas.
Antonio Molina Medina

MARÍA… A TRAVES DE TU VENTANA


Algo nos arrojas desde el aire que respiras,
traspasando los hábitos del tiempo,
plegándose la brisa que nos atenaza el rostro,
cuando leo algunos de tus versos.
Tu fuerza, está constantemente como un martillo
golpeando el yunque de la fragua,
moldeando nuestros corazones,
cuyas esquirlas nos hacen ver
el camino donde encontrarnos.
 


 
"Tuya es mi boca"
cual lazarillo recojo
y la mezo en la cuna de los sueños
y me apropio de mudos sentimientos
que alcanza la marina de tus besos,
que amaneciendo, llegan
tumultos de sentimientos,
que atrapan mis sentidos
diluidos en mi cuerpo.
 
Antonio Molina Medina

DE SUEÑOS

Con sueños se forja una vida
con solidez, sin ataduras.
Perseguido por estrellas
que comprimen con cautela,
para alcanzar su destino
aún sin tino, en su soledad incierta.
¿Por qué tuvo que surgir
el amor entre recuerdos?
¡Con qué fuerza traspasó
el corazón de su pecho!
Otra vez la vida continúa.
Repentinamente traspasa sus venas
Fluye sangre joven,
atrofia su cuerpo,
en su corto herraje,
en su pase último
sin tino ni arte.
Sufre acometidas,
liviano mensaje
sufre, verde, verde, verde… corazón.
Comparte dolor
amor y coraje.
Despójate de él.
Fíltrate en tu amante.

 
Antonio Molina Medina

AMOR

¿Qué tendrá el amor que todo lo puede y
todo lo destruye con el paso del tiempo?
Eso sería lo lógico. La copla de su vida
por lo nuevo y lo viejo, sangre derretida
cual trocito de hielo que refresca mi cuerpo
y mi alma se cuelga nuevamente a su cuello.
Las palabras florecen junto a los sentimientos,
¿Casualidad o fertilidad?
Fecundador de heridas, que salen del alma
y aplacan a corazón sediento.
                  
¡Poco importa la vida!
¡Poco importa el camino!
¡Poco importa el cariño si no es correspondido!
¿Es casual o secundario,
que las hojas se desprendan del árbol?
Poco a poco la vida se desgaja y desgrana.
Solitario y tardío, encontré lo que siente
corazón repleto de sentimientos:
seguir en soledad antes que muerto.
 

Antonio Molina Medina

LUNA

Se topo con la luna una madrugada.
Le deslumbro su fuego y atrapo su alma.
Desde la misma orilla del río que le abraza
Cobijó su fría sombra mezclada con su agua.
 
La luna sonreía y él quise abrazarla.
Su abrazo trastorno, lo poco que quedaba
De aquel muchacho que cuidaba las cabras.
Ella le acompaño y regaba sus sueños.
Las palabras brotaban del aroma su cuerpo.
 
La luna se alejaba y él la perseguía.
Y no se resignaba en perder su sombra.
Elevando su cuerpo él volaba y volaba.
Subió tan alto el cuerpo y se desgajó su alma.
01/01/15
 Antonio Molina Medina