Guarda tus
emociones
para degustarlas
con las sonrisas
que provocan tus
aciertos.
Deja las
lágrimas que cual barquitas
se cuelgan de
tus ojos
rompiendo las
baldosas.
Detén el corazón
sediento de
emociones
para compartirlo
viendo gritar
tus ojos
en los folios, y
mirar
tus labios en
los ríos
envueltos en la
sal
de tu cuidado.
Antonio Molina
Medina
Hermosa y tierna poesía...
ResponderEliminarUn beso
Mirar los labios, sentirlos con las pupilas de los ojos, acariciar la boca con las emociones del alma, sin que el tiempo se detenga en el reloj.
ResponderEliminarUn placer siempre leerte, amigo Antonio.
Un beso.