Escucha al corazón…

Destella un rumor dentro de mi mente, se hace fuerte y versal su forma de sonar… Quizás sean tañidos de campana los que proceden desde la distancia, allá en su pedanía, cuyos secos y tronados sonidos llegan con fuerza hasta las baldosas de la plaza…¡hasta lo más profundo! donde aún queda algo de humanidad. Cansino y dúctil agita hoy su cuerpo y camina por las despobladas veredas, donde todavía se mantienen vivos los saludos que atrapan incluso el aliento, juntando sus melodías con lo profundo del sueño.
Y galopa por la meseta su recuerdo y, sus alas se despliegan por los lugares, donde solo vida y solo sueños trotan mis sentimientos, dejando al descubierto su rostro: el de un potrillo que llego un día lejano a cuidar de nuestro cuerpo. Ágil será su montura. Y sus venas, repletas de energía, llenarán los caminos y veredas buscando con ahínco lo desconocido, ya que cada día despertamos en un nuevo paraíso, capaz de dejarnos a todos como las aguas de los ríos.
 
Silencio y soledad es lo que siente y los pasos son alusiones que el aire borrará, mientras dejo los apriscos a su alcance y las melodías suenan y abrotoñan contra las olas del tiempo.

01.12.18
Antonio Molina Medina