ALHÓNDIGA, CUARTEL.. HOY, BALNEARIO

Valle de Orduña-Bizkaia

 

Alhóndiga, Cuartel... Hoy... Balneario de Orduña

Han pasado muchos años muchos para recordar

que un día fuimos niños con esa candidez candente

cuya edad nueva y envolvente no queremos olvidar.

 

Pero se mantienen los recuerdos buenos o malos ¡qué más da!

Lo que importa es el frescor de poder conmemorar.

 

Se vive de ilusiones realizables o por realizar.

Es hermoso poder mirar hacia atrás y recordar con alegría

este encuentro fraternal, el de unos niños hechos hombres

como signo de amor de esperanza que con toda su

sombra a cuestas hoy  se vuelven a encontrar.

 

Balneario- Ciudad de Orduña-Bizkaia

Pensemos en la nostalgia Para poder sentir

las ascuas de nuestro frío, detenernos un momento

y despojarnos de nuestras esclavitud,

que es una amarga verdad y nos une a la tierra.

 

¡Oh cuartel de militares! Nuestra Alhóndiga contempla

El ánimo de nuestra memoria, entre la luna y el sol,

en un cielo lleno de estrellas, hechizado de la noche serena.

 

Soñar no cuesta dinero. Es una necesidad.

Estamos en una Alhóndiga que nunca llegó a ejercer

por convertirla en cuartel de los de mucho poder.

Balneario de la ciudad de Orduña-Bizkaia

 

Por él pasaron franceses, carlistas y los rebeldes franquistas.

Eran años de posguerra, aún se sienten las carreras,

las botas de los soldados con trepidantes correteos

por las escaleras y pasillos junto a herrados caballos

golpeando por las piedras.

 

Mientras en el primer piso, los oficiales disfrutan

con las bolas de billar y algunos juegos de mesa.

 

Y en una pequeña cocina una madre y una abuela cocinera

prepara los condimentos para hacerles las raciones.

La muy noble y leal ciudad de Orduña-Bizkaia

 

Mientras, un niño chiquito juega a hacer números romanos

en las baldosas del suelo de la cocina.

El brigada Herrero nos saluda. El brigada Franco pasa ligero.

El maestro Herrador pasea con sus bien herradas bestias.

 

Mientras, el sargento Piedra conversa con su capitán,

que Gopegui se hacía llamar y nos saludaba al pasar.

 

El cuerpo de guardia ha cambiado, el calabozo y

dormitorio se han convertido en un bar donde

preparan cafés listos para degustar.

Balneario de Orduña-Bizkaia

 

Qué poco cuesta soñar, apoyarnos en lo nuestro,

en todo lo que nos dieron aquellos que nos enseñaron

a defender y apreciar lo que nos legaron.

Con orgullo, lágrimas y sangre derramada.

 

Los que con ahínco bregaron y sus pasos resonaron

por murallas y torreones y por las alcantarillas

donde metemos el cuerpo para recoger balones,

que de trapo construimos para alimentar nuestras ilusiones.

 

Ciudad de Orduña-Bizkaia

Qué poco cuesta soñar con el agua que brotaba

por sus eternas galerías que las fuentes alimentaban,

aliviando a los militares a mitigar sus desdichas.

 

Hoy se ha convertido en Balneario para poder regodearse.

Hoy la historia nos contempla para poder sentirnos orgullosos.

Orgullosos de su espléndida figura, de la Alhóndiga,

del Balneario, de sus gentes y su trato de aquellos que

sembraron la semilla y que con sus cuerpos forjaron

esta noble ciudad que es Orduña. La de antaño.

 Antonio Molina Medina

10.11.22