CARTA A UNA AMISTAD

 

Parque de los Alcornocales-Majal Alto. El Cobre Algeciras

Carta a Juan Ramón Jiménez: “Cuando se murió mi mujer pensé suicidarme, pero no lo hice, porque sentí en mí una energía y una fuerza que yo no tenía derecho a matar.

Efectivamente, no tenía derecho a destruir esa energía creadora que siguió luego cauces tan singulares, tan extraños.”

-Antonio Machado  

Majal alto- Parque de los Alcornocales El Cobre Algeciras


Me ofreció, un minúsculo candil, que se

siente capaz de alumbrar a una dama tan

grande, un gato con botas, de diminuto cuerpo,

que mira con lupa ante su cordura, no solo por

su catadura moral, no por su condición humana...

 

Pues, que decir, que merece la pena poder seguir

alumbrándola, esforzarse todo lo indecible para

que su llama nunca se apague, estar constantemente

atento y dormir entre sueños, pensando y cuidando

que su llama de fuego, le acompañe y le guíe,

por senderos de gloria, repicando campanas,

que sus oídos recogen los sonidos briosos que

salpiquen a su pobre corazón.

 

Ya no sabe lo que es, cree ser generoso y

lo poco que tiene lo da, es un todo, no

puede darle más, ya le ofreció su vida,

su corazón su costado, su risa, y sonrisa,

son producto de tu sonrisa, sin ella quedaría

atrapado en un mundo irreal,

donde no canta el gallo, ni trepa la ardilla,

el águila no vuela, y si que vuela con su amada;

las golondrinas están prestas a volver otra vez.

 

El ciclo se repite y el amor no ceja de brotar.

Es imposible olvidar el amor, el querer...

el querer con corazón de humano,

con los ojos del alma y su cuerpo varado

en un remanso de su río, esperando una tormenta

que lo saque a rodar entre turbulentas aguas,

de olas misteriosas, esperando paciente

el llegar a su mar.

 

Ya el final del viaje se hace placentero,

jugoso y necesario transigir por los demás y

queriendo.

¡Sí!

Hasta la eternidad.

Majal Alto- Parque de los Alcornocales El Cobre Algeciras


Antonio Molina Medina

03.09.23