LE OFRECIERON LA NADA


Le ofrecieron un arco con afiladas flechas.
Supo tensarlo. Aún le quedaba energía.
Fatídicas, las flechas se estrellaron en las rocas,
brotando sus puntas, traspasando su yelmo
y perforando su corazón que, inseguro,
se dejó morir de indiferencia.



Convivió con una diosa
de ojos glaucos, que encauzó
la limpieza de su mente teatrera.
Zeus le mandó tal presente, que,
colmado de placeres terrestres,
Infringiendo así las leyes de los dioses.
Las estrellas y serpientes de colores
reptaban por el aire buscando
su ausencia aquí en la tierra.
Antonio Molina Medina
10/06/18