¿Será verdad que el tiempo solo es parte
de un sueño?
Cierto y sentido es el rumiar de las
vacas, que
almacenan la yerba y la mastican sin
pausa,
aunque su cuerpo se pose sediento de
aromas,
y cuya saliva usan para digerir la comida,
y hacerla
más placentera y más limpia
y más jugosa.
Ellas no piensan en el
mañana, ni en prisas
que las desconcierte.
Sentidas y cuerdas son las plegarias que
enjugan sus miserias; que, sublimes,
se acercan a esa verdad
que nos niegan.
Mundo mío, ¿para qué nacemos? si no
somos capaces de entenderte.
Ellos, los que tanto
nos incitan a ser
lo que ellos quieren
que seamos…
sí saben para qué nos necesitan:
para explotarnos y vivir de nuestro
trabajo.
Y reírse de nuestro sufrimiento, ya que la vida es
un instante, y el que no corre, vuela llenando
de cadáveres los campos
y las praderas,
donde se amontonan los despojos,
producto
de sus guerras. Las que necesitan para
ser máquinas destructivas, que solo buscan
dar el poder y la gloria… ¡su gloria!…
a los que dominan la
tierra y ser
los más ricos en los cementerios,
O los nichos de Catedrales e Iglesias.
Antonio Molina
Medina
26.05.19