GRITO A LA TIRANÍA

 

Gaucin- Serranía de Ronda- Málaga- Andalucía

“Los traficantes políticos recurren únicamente a las debilidades de los votantes, nunca a su fuerza potencia. No intentan educar a las masas y capacitarlas para que se gobiernen a sí mismas; se contentan con manipularlas y explotarlas. Para este fin, se movilizan y ponen en acción todos los recursos de la psicología y las ciencias sociales.”

Aldous Huxley.

 

Gaucin- Serranía de Ronda- Málaga- Andalucía

GRITO A LA TIRANÍA

I

Quizá sean los años en los que empiece a preguntarme:

¡Si los pobres no tenemos un lugar para nosotros en la tierra ¿Cómo podemos tener un lugar en el cielo?! Pregunta quizás absurda para los que la descortesía es la única verdad e, inconscientemente, su único futuro. Pero ante la marcha asustadiza de una sociedad que ha apostado por la mentira como única forma de vida… La mentira, la mentira, ¡la mentira! La que todo el mundo se arrodilla ante ella y la hace suya, cual plebiscito imperativo, provocando la muerte, y la esclavitud y sus guerras con la aprobación de sus dioses y el desprecio a los pobres de la tierra… Tal despropósito nos hace pensar que no acudiremos a ese cielo en el que ellos nos incitan a creer, ya que la soberbia con la que nos tratan sería incrédula convivir toda una vida, en infinita amargura, con aquellos que hoy nos humillan con sus riquezas ya que ¡ni la sangre, hoy, respetan! y menos las creencias ni la libertad.

 

Gaucin- Serranía de Ronda- Málaga- Andalucía

Hoy los campos están poblados de cadáveres: los de ayer y los de hoy. Y los mares... ¡hasta los peces los rechazan! Mientras, la miseria inunda el planeta, y el hambre y sus guerras muerden cuerpos y mentes desterradas del planeta; mientras a la derecha del padre estarán algunas almas y a la izquierda la prole saciada de miseria.

 

La sopa de ajo vuelve a calentar nuestro cuerpo. A los estómagos en silencio, que crujen por las veredas; calentar los cerebros, fruto de una auténtica pobreza. La que han dejado mentes de especímenes sin conciencia que hoy pueblan la tierra, ya que los que están a la derecha del padre fueron los que nos enseñaron como crucificaron al profeta. Y siguen crucificando a nuestros hermanos; incluso, el profeta que ellos veneran, cuando le iban a lancear a su costado pidió que su túnica se la quitasen para que la aprovecharse algún ser humano de la tierra.

 

Gaucin- Seranía de Ronda- Málaga- Andalucía

II

 

Un grito de agonía resuena por Andalucía, ya que su respiración se increpa ante la nueva clase que nos domina. Federico nos recibe de nuevo en las noches de luna llena y se le vuelve a oír en su grito de agonía ¡agonía! Retumban los cascos de su corcel por toda la serranía en su nuevo aparecer con la soledad a cuestas por la vega de Granada acompañado de sus fantasmas que aún nos atormentan noche y día.

Las montañas 'incordian' hasta su sombra a aquellos que lo siguen detrás de su muerte, para volverlo a asesinar por gentes innobles. 


Gaucin- Serranía de Ronda- Málaga- Andalucía

Mientras, el vuelo de una golondrina se detuvo nada más verlo; iba con su rostro cubierto de paz y de sueños. Él amó mucho, cabal y tierno, su premio fue sufrir mucho que… hasta su muerte, se apagaron los faroles y las ranas enturbiaban las cloacas de su libertad.

Hoy los crujientes pesebres de frondosas ideas lo recuerdan algunos para desmontar sus palabras otros seguimos sembrando palabras sin cautela al final del camino, mientras el pueblo bosteza de un sueño que olvidaron… Mientras las golondrinas volverán a sus nidos entre oraciones perdidas tras su nacimiento.

Gaucin- Serranía de Ronda- Málaga- Andalucía

Los papeles de la historia, los quisieron ocultar, para que el sueño profundo que nos dio esa fuente de saber; esa llama con su sombra sin venganza, solo amor y esperanza nos volcó junto a su viento. Nos atraparon sus palabras, versos de ayer y de hoy, y del mañana recordándonos de nuevo a ese pueblo amordazado que se vuelve a humillar, aunque su apuesta sea la de su sangre y su soledad, en una mesa, y una silla o asiento de corcho, viendo como la historia se repite y la maldad y la mentira se unen entre descarnadas palabras, mientras su muerte se extiende de nuevo entre la maldad de un pueblo que perdió su libertad.

Quizás no esté todo perdido ya que “Él que se acerca a la verdad y a la leyenda del maestro siente su mirada inquietante y nos arrojamos a su mar”.

03.08.23

Antonio Molina Medina