"que
acelera el pulso y los latidos del corazón,"
se trasforman
en tañidos de campana cuyos sonidos se expanden por las tierras castellanas. La
luz se suaviza y penetras en mi alma y se queda de piedra, entre la espesura
verde, de tantas palabras, las que brotan de tu corazón que, encendido y brioso
surte los campos de bellas imágenes…, son más que palabras: son tus sentimientos que estaban
entre el rojo del fuego; sus rescoldos queman y me hago leña, en medio de tu
pradera y me hago humo para introducirme entre las nubes de tu cielo y ser tu
sombra en el largo invierno.
Antonio Molina Medina