“ANDALUCÍA” DESDE LLODIO

Me han hecho revivir de nuevo.
Entre los míos he sentido tu presencia,
grato encuentro con mi gente, mi cultura, mi pasado…
En un lugar inesperado, un Centro Andaluz,           
distante muchas leguas de mi tierra.

En Llodio brotó como un chasquido
la flor de todo mi pasado.
Las tierras, sus gentes,
paisajes llenos de montañas,
valles, ríos… de la tierra que me vio nacer.
Como un suspiro, mi Andalucía,… suspiro.

Andaluces de Jaén, minera y olivarera.
Huelva, bañada por el mar.
Granada, tierra roja con su Alhambra.
Málaga, brilla en el mar Mediterráneo.
Sevilla, perla nazarí, cristiana y mora.
Córdoba, llana y sultana.
Almería, desierto y mar.
Junto a Cádiz, tacita de plata bien reconocida.
Todas unidas por un mismo nombre: Andalucía.

Tierra de llanos, montañas y ríos,
de llanto y de risas, que sustentan mi alma,
que alargan mi existencia sólo con su presencia,
junto con el sol, que todo lo ilumina
en los confines de la tierra mía.
Sí, fue en Llodio, con los míos y para los míos,
los de mi tierra y sus descendientes,
junto a aquellos que nos quieren,
nos aprecian y respetan.
Junto a la Virgen del Rocío que,
pegada a ‘mivera’, ilumina mi cuartilla
por el brillo que desprende su cara,
reflejo que me inquieta y me incita.

Envuelto en la penumbra que me rodea,
atrapado por el ambiente que se respira en la sala.
Embebido en mis pensamientos,
en mi tierra y sus pasiones.
Acompañado del retumbar de guitarras y palillos
de manos expertas,
de las que brota nuestra música celestial.
Bularias, Tientos, Tarantas,

Sevillanas, Peteneras…
Es una noche embrujada
que me hizo revivir
esos años que un día perdí,
revivir una lejana esperanza,
la de mi Tierra Santa.

Antonio M. Medina