Su sombra…

A su sombra se refugia, y le causa llamarada
un calor limpio profundo que en su cuerpo
se le instala.
No le digan que la deje. No le pidan olvidarla.
Si la Luna es su consuelo y su vida le relaja.
La quiere... como la quiere con los sudores
del alma.
¡Mírala cómo reluce... como brilla, incluso
después del alba!
Su corazón es humano, de fuentes y de guirnaldas.
¿Cómo no va él a querer a mujer tan tierna,
sana, serena y clara?
Nunca conoció mujer que le atrapara su alma.
Sus ojos de cielo abierto le recorren 'toa' su cara.
Su mirada es dulce y tierna y su sonrisa de grana.
Una lágrima se expande por los surcos de su cara.
Quererla, sólo quererla con todo su corazón
es algo que no se acaba.
Pensamientos que le invaden
por caminos de barro y zarzas.
Y seguirá caminando aferrándose a su mano
para que no se espumara.
Siempre estará a su lado,
no son sólo palabras.
Sólo, para quererla con el alma.
01/06/16

Antonio Molina Medina