LA VIDA EN LA TIERRA EN PELIGRO

 

Campos de Castilla-Sinovas

Nos decía Elena Poe: “Será que me gusta la gente que piensa por sí misma aunque nadie la entienda. El criterio propio es un lujo que a muchos les cuesta pagar”.

 

Hacinados como ineptos los seres humanos permanecemos angustiados ante lo bueno y lo malo, solo se entiende la vida desde la única forma de vivirla: desde la Libertad con la que nacemos… Son sueños que cuestan, incluso tu propia sangre, que puede ser desprendida de la báscula que tu propio cuerpo transporta la que incide en las propias decisiones, incapaz de cooperar con la muerte que se acopla a las mentiras  que nos decimos;  se jactan de ser seres inútiles y sin ideas que no sean la de destruir a su propia sociedad aunque la lucha sea sincera ya que solo buscan solo… su propia felicidad aunque les cuesta la vida a los demás.

 

Sendero Río de la Miel. Parque de los Alcornocales.

Los bárbaros que nos contemplan se aglutinan al buen vivir y dejan los sueños para los que solo han nacido para vivir de los demás. ¡Que no cunda el pánico amigo! Que los soñadores son muy pocos y algunos se esconden entre la masa esperando que vengan tiempos apropiados a los que nunca llegarán, ni siquiera  vislumbraran por lo ancho y largo de su caminar.

 

Orduña-Bizkaia

Quizás algunos, los que dejaron el becerro de oro y las malas compañías, aferrándose a las lecturas de libros de fantasías tan certeras y sobrias palabras las que solo les indicaban ese camino hacia la libertad y la sabiduría ya que, aborrecían la esclavitud si se ajustan a la nada, mientras otro sendero les conducía a encontrarse con la libertad que les tiene preparado sin prisas y con el corazón limpio y no alterado.

 

Río de la Miel-El Cobre-Algeciras

Los suculentos placeres que nos esperan son superiores a lo desconocido por el ser humano, ya que hasta los animales se acercan a ellos… quizá por la paz que desprenden, o tal vez sea  que altera su verdad confundiéndolos con otros animales de su propia raza… confusión bien entendida por seres que creemos que no sienten, ni padecen, ni piensan…pero nos dan verdaderas lecciones de su sana y fructífera vida, dejando a los humanos a la altura de su propio barro.

25.12.22  

Antonio Molina Medina