EL OLOR DE PRIMAVERA: FEDERICO, ANTONIO, WALT WHITMAN…SUAVIZAN MI MENTE Y DA FUERZA A MI ALMA…

 

Pedro Abad. Córdoba

En el despertar.  los primeros recuerdos. El aroma del campo puebla aún mi respirar que, silencioso, penetra en su cuerpo desde la cercanía de los pastos recién segados del trigo y la cebada  donde el calor aprieta el cuerpo y libera mi alma, desde la que se precipitan desde su frente, hoy ya arrugada, fuerte regueros de agua salada cuya gotas son recuerdos de la mar que camina por su cuerpo... Pensamientos que se diluyen por su organismo, añoso y ya estéril que dejaba vociferar a su carne cubierta por las arrugas de su piel.

Mientras de la tierra se evapora ese olor a tierra abonada, cuyas sustancias dormían fermentando en sus entrañas la próxima cosecha, cual sangre caliente que altera los sentidos  los que, fogosos de salud, deja al descubierto las raíces de sus versos, cual grano almacenado en los molinos de su inteligencia.

 

Pedro Abad Cordoba

Algunos seguimos buscando con insistencia a la Madre Naturaleza. La que nos dio la vida y, a la vez, la que recogió, ya repleta, los cadáveres que aún infectan las praderas,  revolviéndose entre tierra ciega que calienta sus cuerpos donde brotan de sus surcos las cosechas.

Quizás los turbios campos repletos de restos antiguos, de seres hambrientos de libertad no conseguida cuyo hedor adormece sus pensamientos por la carne corrompida y olvidada... Mientras, las huellas de pies descalzos… zapatillas de esparto... dejan sus sueños al descubierto mientras camina. Y no hay engaño en sus pisadas, evitando pisar a los minúsculos animales que pueblan por la sabana entristecida, repleta hoy de viñedos y de espigas de grano salvador y volátil que aún nos acompañan por los campos y los prados… mientras, algunos granos, el arado los cubría de ilusiones esperando copular envueltos en tierra bien oxigenada, adonde posaran sus cuerpos  hediondos en los surcos que aporrearon su cuerpo al compás de la luna que nos acompaña.

 

Ainovas Aranda de Duero

Aunque los cielos dejen de tronar y el manto frío de la escarcha nos observe, germinarán los campos que serán poseídos por las tormentas, y el astro sol dejara sus rayos para aportar su calor que la hará fecundar,  dando paso a los brotes verdes que cubrirán el manto inmaculado de la tierra fecundada. Y los huertos que circundan las aldeas donde tallos verdosos y tiernos brotarán, sacudiendo la tierra sus semillas: judías, habas, garbanzos… cebollas, alubias, lentejas…  Y capullos primorosos de las ramas de los árboles frutales darán paso al ruido de mentes saludables sonrisas, cuyas muecas transformarán sus rostros curtidos y labios gruesos, apretados para sentir en sus cuerpos el escalofrío del viento frío que se adueña de sus humildes hogares.

 

Y vuelve de nuevo la primavera, y las aves revolotean por el campo y sus hogares. Y los ciervos brincan por la estepa dejando sus berridos entre la tierra fértil, y los nidos se plantan entre las espigas junto a las ramas nuevas de los sauces y pinares y árboles frutales.

 

El Cobre Algeciras

Las cuadras se pueblan de nuevos habitantes, inquilinos deseados para la comarca: caballos, becerros, ovejas  y yeguas apareadas, junto a las ovejas con una nueva cría en sus entrañas… formarán la nueva tropa en las cuadras.

A la sazón, los surcos de tubérculos brotan a respirar su nuevo ciclo de vida y sueños… Blancos, verdes, verdes oscuros, brotan de sus asentamientos, donde las aguas y el calor del astro sol los hará retomar su salida y crecer hasta su madurez, recibiendo de ellos su alimento y lucidez. También los surcos del adormecido maíz se elevan sin pausa, esperando que de su tronco rompa el fruto que manara ante sus incrédulos ojos, como las lágrimas que brotan de las cepas de viñedos en su nuevo renacer.

 

Y siguen surgiendo los sueños de los labradores, a pesar de que la tierra almacena cuerpos putrefactos que un día cubrieron sus cosechas… Quizás hoy se repueblan las semillas que sus cuerpos recogieron; esas partículas, sedimentos de la sombra de sus cuerpos, mientras los vientos aflorados limpian la hiel de sus campos, dejando ese abono cómplice de efervescencia, donde el engaño sea una anécdota invisible, y el fuerte viento nos lleve ese amor fertilizado, limpio de impurezas, de aquellos campesinos que aún se aferran al arado y dejan en los surcos verdes, en las palabras cual placer para sus gentes… Apartando las lenguas viperinas que entorpecen nuestra convivencia para que el ser humano camine desnudo, como vino, con la paz y no la fatiga.

 

Orduña Bizkaia

Aunque su corazón desnudo ante el mundo sea un manantial de agua depurada de maleza, que no implica la fiebre que altera los enjambres… Los que depositaron en él mentes aseadas, agua de pozos y manantiales de las aberturas de la roca: si bien tenga que apartar de su boca las zarzas, donde las moras de colores endulcen sus labios comprimidos que, ardorosos, se solazan del fruto de la tierra, mientras que las viñas se acercan al paladar entre granos y briosos racimos, chorreando por la comisura de sus labios el caldo enfurecido e incontrolado, al romper los granos de los que su paladar se apropia, enfurecido en sus caricias.

Pero existimos con la tierra muy removida y airada y los hogares vierten las cenizas por las ciudades. Y, de los parlamentos, solo injurias y mentiras nos mandan airados, entre los sollozos de la ciudadanía que los contemplan.           

 

Sinovas Aranda de Duero

La podredumbre mana una vez más del ser humano que, enquistado, nos ofrece su peor cara… Y hasta los muertos se revelan en sus tumbas, cuya cenizas siguen esparcidas por la llanada. Y la corrupción del ser humano sigue girando en el círculo de los escándalos, ya que el pueblo, poco les importa - A algunos de los que predican enseñanzas. - Mientras, una vez más, ese Dios que nos inculcaron, sigue oculto y cada día es más visible que o que es una ironía más de los que dominan nuestras vidas.  La explotación está bien visible en nuestra sociedad y hasta  en nuestros campos brota el hedor de cuerpos que retornan a nuestras mentes, ya que sin justicia nunca podrán ser visibles en nuestra sociedad.

El hombre que todo lo domina… que todo lo maneja a su antojo… Está creando una sociedad de despojos humanos… mentes sin sustancias humanas… donde la vida no les sirve para nada. Mientras otros acumulan las riquezas… amasan fortunas que no podrán llevarse en su maleta, ya que la nada y la paz serán los únicos ropajes que llevará nuestro cuerpo… ya sin fronteras…

Envueltos aquellos en la nada, y sin maleta ni lujosos ataúdes, que les guíen.

20.10.20

 

Ciudad de Orduña. Bizkaia

“Buscando en el fondo del otoño”

¡Mi otoño!… El que se alza y se rebela

Se posa en los años en lo soñado

Y deja de nuevo que siga solazándose

De la dicha de seguir entre los mortales...

Que, sedientos de sueños, somos más

Humanos y soñadores… Aunque la luz nos

La quieran robar mentes negras, y corazones

Sin sangre roja y nueva que perforen

Los aires del invierno, dejando savia nueva.

Antonio Molina Medina

31.03.21

CON LOS RECUERDOS DE UN ANCIANO

 

Chorrosquina. El Cobre. Algeciras.

Dejas pasar el tiempo, pero la mirada se ofusca y se desvela cuando la brisa de los olivos y el corcho de los chaparros se interponen entre tus pensamientos, que han cocido a fuego lento el paisaje de existencia, el cual  aflora lo indestructible con la fuerza que le dejaste al nacer. La fuerza de tus dedos, que aprietan sus yemas, dejan marcadas las letras de tus palabras, llevada por los luceros que por tus ojos penetran, transitando por las estrechas veredas, en una tarde calurosa de recuerdos.


Dejas atrás tuyo las vías del tren, el que me transportó desde la lejanía, y caminas por senderos de cabras y animales que pueblan la Cañada de los Tomates. El río de la Miel se cuela por debajo del puente de las vías respetando a las lavanderas que, junto a la fuente de agua manantial, se deja fluir para ellas; sus pasos se detienen en una angarilla, entre paredes de piedras antiguas que soportan los secos espinos de púas o majoletos, protección a la finca. Liberas la puerta levantando su cerradura:  un alambre que desprendemos del soporte de madera, para pasar a la morada… un efusivo abrazo que lleva implicado un potente beso alado a la figura de un solitario anciano que te sale a recibir.

Cañada Rosal. Sevilla


Son días de relax y concordia los que proporcionas a tu cuerpo para hacer compañía a este anciano solitario y pletórico de vida, al que cuidabas en los días de descanso de su transitar por su tierra.

En una amplia cocina, tres seres se reencuentran tras meses sin verse mientras estaba sentado en un sillón de mimbre con un libro entre sus manos y cercano a la lumbre de su chimenea. Y mientras leo, levanto la cabeza del libro ya que escucho al anciano que se afana en contarle historias de guerras pasadas; e historias que no conoce, y que, quizá, ya a nadie interesen. Y lo escucho, y sonrío mirando el brillo de esos ojos que bien conozco, pues son miradas añejas, la suya igualita que la de mi madre, por ser hermanos carnales. La capacidad de mantener los recuerdos es algo inigualable, ya que ha traspasado la barrera de los 90 años vividos.

 

Sinovas. Aranda de Duero.

- Mira lo que te voy a contar - me susurra: Ha pasado mucho tiempo desde que yo trabajaba en la construcción del ferrocarril, este que pasa por ahí delante. Y una vez venía yo muy cansado y me dijo la señora que tenía que llevar a la marrana a lo de Baltasar, para que la pisara el marrano, y yo no quería hacerlo. Cogí a la marrana y me fui con ella por la orilla del río y cuando me pareció, me senté al fresco en una loza en el chaparro -los asientos- mientras el animal pastaba y después de un buen rato fui y me di la vuelta y le dije a mi mujer que ya estaba hecho. Tocaba esperar. Y claro, ese año no tuvo crías.

 

Chorosquina. El Cobre. Algeciras

Le decía ella: -¿Qué pasa con la cerda que no engorda?

Y él le decía: -pues, ¡qué le vamos a hacer! -Mala suerte.

- Yo se lo conté a Baltasar y nos reíamos…

- ¡Ya te vale abuelo!, -me decía él.

-Este año te has quedado sin crías, -me decía de mal humor...

 

Los troncos de leña arden con fuerza en su fuego bajo, y las ascuas enrojecidas crujen salpicando chispitas que llegan hasta mis pies, calentando la estancia.

 

- Necesitamos más leña abuelo, ya nos queda poca en el rincón de la cocina - le indicamos.

- Tranquilos - responde - Voy a la parte de atrás del huerto, que está repleta de leña cortada. - nos señala.

-No abuelo, ya voy yo. O que vaya este zagalillo que nos acompaña (mi hijo pequeño, que me acompañaba) -le indico.

Como un rayo, el zagalillo acelera sus pasos hacia la leñera del huerto y, al poco rato, nos trae una carga de leña que casi no podía con ella.  

- Me he acercado al canal de agua que sale del molino y va con mucha fuerza. -Nos indica el zagalillo.

-Será que el molino está soltando agua - nos contesta el abuelo, ya que la finca colinda con el molino de los Tomates, que está muy cerquita del río de la Miel, como así la finca del abuelo.  

 

Cañada Rosal. Sevilla

Repleta de nuevo de leña, comienzan las llamas a subir por la chimenea, junto al humo que sale por su tronera. Crujen los troncos de leña y vuelven, de nuevo, los cascotes de leña se enrojecen  enfurecida con su cuerpo refulgente por la calor del fuego.

El abuelo, sentado a nuestro lado con su callado entre sus manos, golpea en silencio las losas del suelo y el zagalillo no aparta la vista del ardoroso fuego, en el que posa su mirada viendo cómo se quema la leña. Lentamente pasan las hojas del libro leídas que, ya degustadas, se dejan reposar. Lugar aislado del mundo del ruido y la maldad!...

Se repone mi mente de antaño y mi alma vuela en libertad.

Antonio Molina Medina

24.07.20

 

Sinovas. Aranda de Duero.

Labios que se apropian de las palabras

cuya lengua dirige, y se hacen plegaria

encandilando la tarde, y dejando la noche,

que descanse entre las sábanas blancas

y acicaladas de las sombras de la luna

que, pletórica de sustancias, deja tu sombra

entre súplicas de nuestros sentimientos

que se embravecen con sus plegarias.

a.m.m.

19.07.20

TRANSPARENCIA

 

Cullar Vega. Sevilla. Andalucía 

Me piden transparencia.

Me piden sinceridad y briosa compostura;

que sea consecuente con una forma de vida

la que me enseñaron con ahínco mentes encogidas.

Me piden que respete las leyes,

las que promulgaron.

aquellos que, tras el paso del tiempo

ni ellos mismos respetan.

 

Me inculcaron que debemos amar a todo el mundo.

Que debemos querer a todo hermano.

Que no neguemos a nadie nuestra mano.

Mandamiento que de niño me inculcaron.

 

Después de una vida sin sentido,

camuflado entre la gente, sumergido,

intentando introducir entre la bruma la cabeza

y… ¡Sorpresa! todo es una mentira.

 

Y la verdad estaba tan cercana.

Que en su proximidad no lo discernía.

Lo que implica un amor de calidad humana.

Donde se siente la vida, perceptible, palpable.

El corazón repiquetea en tañido de campana,

cuyo golpear le llega a lo más profunde de su alma.

 

Surgió. Brotó. Emergió y se percibió

de un corazón sin caparazón,

ni siquiera una primera capa protectora.

 

¡Ten cuidado que te puede hacer daño!

Advertían gentes que curiosas observaban,

los mismos que aclaman que el amor

es lo más preciado de la vida humana.

 

Pero la verdad no tiene precintos ni cerraduras:

Ella era puente sin cerrojos ni ataduras

por donde circula el aire todo oxigenándolo.

La estela que se vislumbra en la feria del cohete,

a renegrido su piel y puede explotarte en las manos.

El amor que descubres, el verdadero, una vez que te atrapa

es imposible escapar de su aguacero, el que te limpia

del fango, y se cose a tu costado, como fina aguja

se clava lentamente con los años.

 

Pasan días, meses, años, siglos, …

y después del ocaso de una vida

Resplandece renaciendo en otras gentes.

 

El amor, del morir no lo hace con cuerpo humano

Porque, es algo transparente aunque invisible,

y preciado cual espíritu divino, tan sólo compartido

por ciertos entes y fantásticos seres que

les emociona su querer.

¡Sí! Todo darlo todo, sin espera nada a cambio.

Complacidos los que entiendan

esta eventual, aventura, que te ciega

te redime, y sale de su fuente,

murmurando la historia de tu propia vida

la que, continua aún más, rica y natural

tras las experiencias vividas...

Antonio Molina Medina

25.03.21

Epafrodito Landaluce Zárate

 

Epafrodito Landaluce Zárate

Eran los años 1.950, la plaza de Orduña bullía de chiquillos en sus juegos infantiles que a nadie
molestaban. Se distribuían en cuadrillas para todo tipo de acontecieres y luchas exacerbadas
y muchas veces peligrosas.
De la puerta del Ayuntamiento sale un hombre elegante, bien vestido, figura espigada
y menuda, que dirige sus pasos a unos 20 metros de la gasolinera de la plaza, mirando al
Consistorio y rodeado de una caterva de chiquillos que esperan con avidez su pequeño
discurso: eran las noticias que nos traía de lo acaecido en el pleno que se había celebrado en
la ciudad. Don Epafrodito ‘Epa’ sacaba con parsimonia del bolsillo de su chaqueta un pliego
doblado que con lentitud desdoblaba después de tocar la cornetilla o tamboril:


—Por orden del Señor alcalde, se hace saber,

que la calle Cantarranas quedará cerrada
a carros y bestias hasta nuevo aviso,

por tener que realizarse obras en la misma.


Vuelve a sonar la cornetilla… y los chiquillos corremos siguiendo sus pasos hasta la
Posada, donde realiza otro de sus pregones…
Es hermoso y gratificante poder recordar a estos seres anónimos y míticos para nosotros,
como fue la figura de Epafrodito Landaluce Zarate.
‘Epa’ era hijo de Emilio y de Jerónima y nació en Orduña el 22 de marzo de 1896

 

Orduña Bizkaia

Fue chistulari de la ciudad de Orduña y perteneció a la Asociación de Txistularis del País
Vasco-Navarro. Mis conocimientos sobre este hombre son los de un niño que le seguía por
los lugares donde pregonaba las actas del Ayuntamiento, con lo acaecido en el mismo, sobre
obras, cultura y todo tipo de actos que se acontecían en la ciudad.
‘Epa’ se casó el 20 de octubre de 1921 con doña Segunda Uriondo Ozaeta, de
veinticuatro años de edad, natural de Orozco. Falleciendo en Bilbao el 8 de febrero de 1966.

 

Fue chistulari de la ciudad de Orduña y perteneció a la Asociación de Txistularis del País
Vasco-Navarro. Mis conocimientos sobre este hombre son los de un niño que le seguía por
los lugares donde pregonaba las actas del Ayuntamiento, con lo acaecido en el mismo, sobre
obras, cultura y todo tipo de actos que se acontecían en la ciudad.
‘Epa’ se casó el 20 de octubre de 1921 con doña Segunda Uriondo Ozaeta, de
veinticuatro años de edad, natural de Orozco. Falleciendo en Bilbao el 8 de febrero de 1966.

 

Orduña Bizkaia

‘EPA’ FUE PREGONERO DE ORDUÑA

 Evocar tu figura, espigada y firme,

con tu chistu de plata,

tu tambor de piel sana

y tu cornetilla metálica.

Retumbando en la plaza

cual briosos sonidos

que no podemos arrinconar.

 

Siempre presto a anunciar

con soltura y experiencia

cualquier bando

que con delicadeza, solías notificar.

 

Cesabas de emitir esmerados sonidos

de instrumentos briosos

para oír tu voz. Retumbas

tras el paso del tiempo

como un sustento exquisito

que transita por mi cuerpo,

a esa edad temprana

que con perfección recuerdo

gracias a tu generosa figura

que no quiero olvidar.

 

        


I

                                                        Epafrodito Landaluce Zárate

 

Por orden del señor Alcalde

se hace saber… que la calle

Cantarranas quedará cortada

al tráfico de carros y vehículos,

se va a acometer la entrada del agua,

provocando una zanja que cortará la travesía.

 

Lánguidamente, con la severidad

que le caracterizaba,

desenrollando el pergamino oficial,

exponiendo el contenido bien expresado,

legible a nuestros oídos.

 

Para luego envuelve con delicadeza y rigor

introduciéndolo en el bolsillo interior

de su chaqueta.

Perezosamente dirige sus pasos pasando

por la gasolinera en dirección a la fuente

 

de la Posada; los niños le seguimos

nos agrada oír su vocablo firme y claro

y llegar a sentir sus jugosa imagen auditiva,

que se introducía, como un fiel mensajero

dentro de nuestra mente, inundando

nuestros sueños, ilusiones y esperanzas. 

Orduña Bizkaia

 

Antonio Molina Medina

21.03.21

SUENA EL TELÉFONO

 

Puente del río de la Miel en la actualidad. El Cobre. Algeciras

Con los ojos entornados, placen los sueños y sientes una suave llamada de teléfono que te despierta de un leve ensueño. Miras para ver quién es su personaje, y sonríes, y sales a un lugar silencioso para paladear su voz… y el lugar de donde proceden nuevo sueños.

 

El pasado me incita de nuevo a no olvidarme de él, ya que los lugares por los que transitamos desde que nacemos siguen ahí; algunos renovado su paisaje y otros iguales: cargados de años y con el desgaste que la naturaleza ha efectuado en ellos.

 

Puente del río de la Miel. El Cobre... años 20

Las palabras se cuelan por las ondas de mis sueños y tras la voz resurgen los recuerdos penetrando después de los acantilados, donde aún cantan los pájaros y la golondrina siguen fabricando su nido y los conejos saltan cuando me ven… Algunas vacas merodean la ladera, y los cencerros de las cabras me sacan del corazón los recuerdos del sanador de cuerpos: Nuestro curandero Miguel. El que cuando nos curaba de cualquier dolor antes de que nos diéramos cuenta… Había desaparecido de nuestra vista… -¿niño. Has visto al tío Miguel? -Y le contestábamos… ¡Tito!, ha salido por la puerta nada más darnos la medicina y las friegas en la barriga.

A lo que él contestaba: ¡Ya se nos ha escapado otra vez! -Nos decía.

 

La Chorrera. Río de la Miel. El Cobre. Algeciras

Mientras los labradores acarrean el trigo, quizás ya sin miedos para dejar los sacos de trigo en manos de los molineros para triturar entre dos piedras sus granos, para que después los hornos de leña y hojarasca formen las ascuas que calienten su bóveda, dejando al fondo de su habitáculo los restos de la leña engañada, donde las teleras de pan negro acariciaban nuestros estómagos… muchas veces desiertos.

 

Las veredas siguen a los bordes del río de la Miel y las fuentes fecundan el surco de pasos añejos que me acompañan y dejan que el corazón relinche cual potro de carrera, que enaltece aún sus caminos.

Los racimos de piedras junto a nuestro río y su cascada, la que nos limpia el cuerpo y suaviza nuestra ira… abriendo un boquete en su caída para refrescar los cuerpos con su agua cantarina. Y que en su volcar, el agua deja que su caudal sea pura magia, y la solidez del Canuto Hondo se aprieta con fuerza a mi cintura la que aún cimbrea al saltar en su caída, la que me da vida y enaltece mi alma.

Río de la Miel. El Cobre. Algeciras


La vegetación se arrebuja y canta al compás de su tiempo el que no envejece ni se ausenta de la Sierra,  y el rio, grande y dilatado,  deja un canal a su derecha para que su agua siga moviendo las piedras del molino de Escalona cuando le falte la luz.

Hoy se ensalza a su tiempo, a sus gentes y a los sueños que ya no alteran su rumbo, y se hacen eternos junto a la humana naturaleza que envuelve a mi cuerpo y lo hace visible entre los chaparros.

Sigue el surco de su rio, y se desliza por el canuto dejando tras de sus pasos molinos antiguos que retuvieron el hambre en tiempo trascurrido. Algunos transformados en luces de colores, cuyo reflejo de luz nos llegó a alumbrar después del Quinqué, Carburo o vaso de agua con su agua y aceite y su palomilla, el que nos alumbraba en las noches oscuras.

 

Ruinas del molina El Águila. Rio de la Miel

Aun se ven por la noche las sombras de los que, arrinconados en los montes, sufriendo el acoso como perdedores de una contienda, sus cuerpos reposan en cualquier lugar.

Y explosiona la mente y los Lagartos se posan en su recorrido junto a los ‘Alacranes’ con sus finos aguijones que   merodean por el secano buscando a su víctima.  

Cuelgo el teléfono y deja mis pensamientos que se posen en mi cerebro. Para que lo soñado…, para que lo vivido… se siga quedando en recuerdo. Esa historia en movimiento que hasta su tiempo será recordada.

Antonio Molina Medina

18.11.20   

 

MUJER

La Madre Tierra Mujer y Hembra 

 

Si esto que me pasa es la locura,

mejor ser loco cuerdo

que pasar por la tortura

de no poder decir aquello que siento.

Soñar con ella, aun despierto,

y reír; llorar de querer tanto

sin pensar en el mañana

que me arrebatará de su lado

cualquier día, a cualquier hora...

Pero pensando en ella a todas horas,

y sentirla cercana y soñadora.

 

Antonio Molina Medina

14.03.21

EL NIDO

 

Fuente del Águila. Rio de la Miel. Parque de los Arcornocales.

Un nido que se fraguó entre frases y versos.

Culpable, crujió la poesía.

Sus adornos eran solo un pretexto

detrás estaba una vida consumida.

 

Nació sí que es verdad no era una excusa.

Lo provocó al conocer otras vidas.

Su sinceridad colmó su vida ya marchita

la que creía muerta pero sólo dormía.

 

Amargo sabor tardío, convertido en vida.

Sabor a néctar y a frases recién concebidas.

Que a ese chaparro viejo, le brotaran saetas finas.

Ramas vivas, enroscadas en la pasión,

 

La que despierta, que no dormía.

Huida, pero viva. Esperando la mano,

la borrasca, explosiva la

que le arrancara del olvido insondable.

 

Sí, sabe que su querer le sirve para algo.

No sabe si su soñar es la locura.

Pero es verdad que siente la frescura,

de llorar con lágrimas maduras.

11.03.21

Antonio Molina Medina

ELLA LE GUIA

 

Se la apareció en los jardines de la Alhambra de Granada

Y nacemos pretendiendo vivir en la tierra.

Sin pensar en la muerte, que era nuestra compañera.

Era orgullosa y de luna se confundía la muy perversa

Queríamos vivir y solo moríamos en sueños y quimeras.

Todo eran mentiras. Encontró la libertad a través de la vida.

Nos negaron el amor, el que se escribe con mayúscula.

 

Buscamos la vida y nos regalaron sombras, dudas y muerte.

No nos resignamos a vivir en la nada, entre sombras y cieno.

De la llama briosa que provocas candela, sus ascuas te delatan

que te alumbran y quema de seres que aman.

Que no se sienten solos. Su protección es clara, clave de sus vidas.

Ya no existen sombras, la luz destapada le envolvió su llama.

Su vida es segura, aunque llena de dudas su luz le ilumina.

La sombra se disipa. Las hojas fermentan en su larga vida.

Posible fue el milagro. Ella le ilumina cual bastón necesario.  

Antonio Molina Medina

07.03.21