REFLEXIONO DESDE QUE ME LEVANTO

Parque de los Alcornocales- Majaralto- El Cobre-Algeciras

 

Ya no sé qué creer, ni que decir... sólo necesito vivir para estar muerto, en el corazón de los demás, aquellos a los que tanto quiero. Reencarnarme en un puro Duendecillo, una sonrisa de Federico, su eterna juventud, quizás sea lo que busco, anhelo desde niño, cuando mi recordaba. -Fue, un niño que nunca dejo su sonrisa la que siempre tuvo en su cara: me decía muy seria cuando yo todavía era un ‘zagalito’ inquieto, pero respirando los olivos de su huerto, y Él me miraba con las olivas de su cara. Lo defendía a muerte, con las manos levantadas, siempre dispuesto a romperme la cara por Él... Y mi abuela todo esto lo sabía por las comadres que se lo contaban,

 

Parque de los Alcornocales-Majaralto-El Cobre

Ella exclamaba: - ¡A donde va a llegar este niño! Todavía sus reflexiones llegan a mis oídos como un latigazo, un recordatorio que mi mente no puede olvidar porque sigo vivo conviviendo con pestilencia, carcoma y la polilla. Si que es verdad que me he refugiado en lo único que me da vida la poesía. Estuve muerto pero unas manos de mujer me sacaron de mi propia incongruencia, me lavo con agua de manantial con mucho hierro, me seco con las gasas sagradas de su cuerpo, me dio unas palmadas en mi cuerpo como un niño recién nacido... ¡Sí! como un niño, llorón, intranquilo, protestón, inquieto... Y ya ves lo que ha salido, yo... no lo sé, dímelo tú si eres capaz de discernir entre un hombre, una fiera, un duende, oh un ancestro...

 

Algeciras- Andalucía

Mi otoño se acercó al invierno... Ya se... ya sé..., que el alma no envejece y el corazón si solo mana de él vida y sentimiento, pues como que seguirá viviendo eternamente, porque lo vivo nunca muere, sólo lo que en vida está muerto es lo que huele a muerto. Su vida estaba podrida desde que vivía, luego no murió por dejar de vivir su cuerpo, estaba ya muerto en vida; la muerte de su cuerpo era lo más correcto. Valla galimatías, patatal, o barrizal en el que me meto... soy un juglar y sueño desde que me amanezco. Quiero vivir lo exijo por derecho y nadie ¡digo bien! Nadie podrá acabar con mis sueños y como soñador hace tiempo que me olvide de mi propio cuerpo, para poder seguir aferrado a manos amigas, de corazón limpio… sereno compartir de sueños.

 

Puente colgante-Portugaleta-Bizkaia

Sí que es verdad que me enrollo como las esteras de los hombres del desierto. Dicen que los viejecitos hay que marcarles la vida, hacérsela más placentera... creo que están muy equivocados... Si un maduro cuerpo de tritón te da la mano en tu caminar entre ascuas, leña y cereales que provienen de la tierra, aférrate a su mano, siente su corazón como resuena, quiere, ama, sueña... Y te vas a sorprender lo que su naturaleza es capaz de hacer. Cada minúsculo, segundo del minutero de su vida, es agua bendita... así me lo decía mi abuela, cuando me contaba las historias de su vida, triste vida la que le tocó vivir por una maldita guerra fratricida...

 

Ciudad de Orduña-Bizkaia

Pero sintiéndose mutuamente en este laberinto de ilusiones con el cuenco de tus manos abiertas para que deposite en ellas un soplo de aire con un beso, puedan picotear los granos de trigo de sabia... y que las arterias por las que circula lo inteligente que inflama nuestro costado, nunca se detengan y vivan eternamente, y la sinceridad nunca la pierdas. Y esas olivas que brotan de rostro, altivas... vivas... no dejen de mirar y sonreír nunca en tu vida, desde la sinceridad que fluye de tu cara en su sonrisa.

Antonio Molina Medina

15.10.23