EL ANCIANO

 

Sinovas Pedanía de Aranda de Duero

Hoy estás sentado sobre una silla tomando el fresco de la tarde en primavera. 

¿Tienes quizás la mente envuelta en los años tiernos de tu infancia? 

¿ Piensas en los días y sus quimeras correteando tras las jóvenes doncellas en tu vida silvestre y manceba, repleta de canales de riego, y verdes pastos, y jugosas hortalizas de tu Vega?

 

Y con tu nuevo cuerpo de zagal de pelo en pecho, abrazaste el arado de madera con punta de acero. Y para beber, agua del Genil y sus fuentes, y de los pozos de la Vega. Y por compañeros, los campos verdes y soleados por los rayos del sol que te arrancaba el sudor en parte de tu existencia. 

 

Sinovas-Castilla León

Pocas cosas necesitabas para ser feliz, y la fortuna estaba de tu lado.

Los años vuelan de tu piel de anciano pero sigues dando el sustento a los tuyos con acierto, y bien ganado tienes tu pan y tu descanso, y estas orgulloso de tu pasado.

 

Pero los días pasaban y tu mente se amotinó en tu cuerpo. Y los brazos y piernas se negaban a proveer a tu cuerpo de esa fuerza que tuviste. Y toda tu pujanza se quedó sin aire que te abrazase y tus impulsos de zagal incansable te abandonaron.

¡Y te llego la hora de tu retirada!

Tus manos, las miras repletas de callos y tu piel reseca por las horas de cosecha, sombreadas ... denotan tus años de existencia.

 

Sinovas-Castilla León

Solo tu recuerdo con un bastón entre las manos, miras a los niños corretear por la plaza y sonríes. Y llora tu corazón sano y noble añorando los sueños que se fueron… algunos realizados y otros se resistieron… pero quedó tu nobleza y el roble que formaba tu figura, hoy nos deleita hasta que la luz deje de alumbrar tu recuerdo, dejando tu sombra pertrecha de aire y lágrimas por los caminos de tu Vega.

01.07.20  

Antonio Molina Medina