JOSÉ LUIS CANO


Ya sé que fuiste un gran poeta,
aunque cuando te juntabas con Federico
te llamaban poetilla.
Ya sé que adorabas a tu Algeciras,
ya lo demostraste en Sonetos a su Bahía,
donde lo plasmaste y reflejaste con amor y gallardía.

Ya sé que te fuiste cabizbajo y con tu pena,
dejando una tierra llena de miseria y de dudas
las que te atraparon con mesura,
dejándonos huérfanos de tu voz,
la que brotaba de tu pluma.

Un día partiste dejando tu obra duradera.
Le pusieron nombre a tu legado.
En una fundación que tu nombre lleva.
Rozando su estructura el río que tus heridas lamía.

Desde la distancia llegaba como dardo envenenado
la noticia de que querían quitar tu nombre a tu guarida,
aquélla que tu nombre lleva y que con tus versos
de renombre supiste adornar para las gentes venideras.

Qué paradoja. Qué desatino. Qué sinrazón, querer quitar
tu nombre a ésa que es tu fundación, tu damisela.
La que da tu nombre a la ciudad y a sus poetas.
La que florece cual manjar de los sentidos y engrandece
la localidad, tan especial como un suspiro,
junto a sus calles y su gente, las que te tendrán siempre presente,
como a los que amamos tus sonetos, tu poesía… y tu figura.
Antonio M. Medina