LA OPACIDAD

Gaucín Serranía de Málaga Andalucía


Fuera los temas de la guerra! Fuera la guerra misma! Fuera de mi vista trémula (de horror), para nunca más volver, ese espectáculo de ennegrecidos, mutilados cuerpos! Ese infierno inenarrable, esas incursiones sangrientas, propias de feroces tigres o de lobos con la lengua colgante, no de hombres dotados de corazón.

Walt Whitman.

Gaucin Seranía de Ronda Andalucía


LA OPACIDAD

Mientras el odio silba en el silencio ocupando

la crispación en los pesebres de granos desnutridos.

 

Mientras los enemigos de la vida se jactan de

su propia ignorancia y se degüellan entre ellos

salpicando su ironía y sadismo.

 

Mientras los pájaros se comen la oscuridad de su noche

 

Mientras la miseria se pose a las puertas de los templos

con esa moralidad de corrupto trapío.

  

Mientras los cuentos, ya distorsionados, desde

las fronteras de los pueblos... 

 

                                                        Gaucin Serranía de Málaga Andalucía

Le entró tal irrisión, que se destornillo

su cuerpo con una risotada por sus adentros.

Ya que quieren demostrarnos cuál es

la incultura de un pueblo que solo bosteza, cuando

está lleno su estómago, con los ojos entreabiertos.

 

Por mor del peligro, se resquebrajó su mente

engullendo en sus sentidos el sabor de la vileza

que corre más engreída que la propia muerte,

apoyando la oscuridad de la vil mentira que

se hace fuerte en la selva de las pezuñas que

arrastran nuestras vidas, cuando la libertad

solo se hace materia clandestina.

 

Gaucin Serranía de Málaga

Escuché su voz, y me puse a andar, y descubrí

entre mis pasos, la humilde libertad que

me guiaba a donde tú estabas… Y cruce,

vadee a la otra orilla dejando mi mente

aparcada en su soledad… ya con sustancias

nuevas y ya límpido el corazón, dejé que pisara

mis pies ya nítidos por esa agua que dulcifico

todo mi interior, para encontrarme contigo en

esa veredita que resplandeció al vernos.

 

El Cobre Algeciras Andalucía

Busque tus ojos y tu sincera mirada, con el ansia

de la nueva mañana cuyas espadas de fuego

lograron dar calor a mi cuerpo, de cuyos montículos

salpicaron las sombras… el refugio y el crepúsculo

de la luna que hasta mis ojos abanicaban mi alma.

Antonio Molina Medina

02.05.23