Yo nunca he leído mis versos delante de tantos
espectadores, no porque no sea capaz, puesto que lo voy a hacer ahora, sino
porque es indudable que la poesía requiere cuatro paredes blancas, unos pocos
amigos ligados por una armonía de amistad y un dulce silencio donde gima y
cante la voz del poeta.
Por eso yo ruego a todos que por un momento nos sintamos
amigos íntimos todos, que olvidemos las proporciones de la sala, las curvas de
terciopelo que orlan palcos y platea y nos hagamos la ilusión de que estamos en
una pequeña sala donde un poeta con toda su modestia y sencillez va a daros sin
desplantes ni orgullo lo mejor, lo más hondo que tiene.
Nos decía Federico García Lorca.
RÍO DE LA MIEL
Desciendo del
vehículo, abro la angarilla de mi cerebro y rebusco entre las oquedades de mi mente,
una habitación llena de trastos viejos, dados por inservibles. Pero veo una
sociedad que se pasó de frenada, aunque tengo que convivir en ella y no me es
simpática, ya que nos está tocando vivir locuras con sus contiendas por caminos
inciertos. Hoy, rebuscando en su silencio, entre papeles borrosos en el armario
de su época. Sin prisas que me agiten, sacó del armario un fajo de cuartillas.
Sonrío y comienzo mi andadura pisando el barro del camino detrás de las
bestias, en dirección a los molinos para sonreír a la Señora; la que llenaba
nuestra panza de agua limpia, serenando el hambre de nuestra sed en nuestra
edad primera.
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| Río de la Miel-Chorrosquina- El Cobre- Andalucía |
Día caluroso el
que nos contempla, acompañado por la soledad del río. Sudán los poros de
nuestra piel por las veredas estrechas, caminos interrumpidos por árboles que
dejaron sus raíces en la tierra por los años ya vertidos, mientras, los molinos
se agigantan y se hacen presente en nuestros corazones hoy sin tinieblas,
alborozados y repletos de sustancias que nos legaron los que cocieron los panes
y pescaron los peces en las batallas del hambre.
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| Río de la Miel- El Cobre- Algeciras |
Lúcido y sentido
camino por los aledaños de ensueño y mis plácidos pasos me adentran a pisar las
piedras que nacen y pacen en medio del río de la Miel, sus aguas saltan por sus
barrigas como fieles salmones. Sonríen los pequeños manantiales que se acoplan
a su buen río y mi sonrisa se explaya por las aguas que brillan y dan sombra a
mi cuerpo con los rayos que se filtran del Dios Sol que nos ilumina y se filtra
por las hojas que adornan la ladera.
Cantan los
pájaros junto a mis pasos y sus trinos repiquetean en mis oídos ¡y no se
agotan! Su música se afianza certera y me acompaña hasta el molino; ya
que el molino del Águila quedó ya huérfano y malherido mientras el puente de
ojo divino me empotra de pronto en su otro Molino, de Escalona y Escalona me
sonríe, rodeado de chiquillos.
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| Río de la Miel- Andalucía |
Enmudece la noche y los grillos se ausentan por las veredas. Mientras la Garganta Canuto Hondo se despereza y me acompaña hasta la ‘angarilla’ dejándome en manos de la marquesa, ruina cohibida, que me saluda justo al pasar. Las voces de la Luna hoy me dan su compañía; mi silueta se apropia del camino de ‘grijo’ y tierra y me conduce a mis amores que quedaron encendidos, triturados de recuerdos en una noche sin ira por la fuerza de mi tiempo, ya que en el que vivimos es un esperpento de odios y suspiros... ya que ese dios que nos mencionan, sigue hoy más crucificado y mezclado entre mendigos.
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| Río de la Miel- Andalucía |
02/02/17
Antonio Molina
Medina