LATIDOS EN CASTILLA

Bajo casa de adobe y añoranza
Por la noche brotado a su estancia
Contorsionado su cuerpo
Entre sabanas blancas

Traspasando barrera de olvido
Millones de ojos en el cielo lo abrasan
Cielo azul. Estrellas apuñadas
Rodeaban la cuna de sueños de almohada

La cigarra irreverente se amotina
Negando sus truenos a la tierra
Coloreando sus alas con la brisa
Por los campos cubiertos de soles

Para la yunta de bestias de carga
El carro, silencioso acopla su cuerpo
Saltándose las reglas de su noche
Cuya luna ensombrece su campo verde.

Los meandros surcan sus aledaños
De pezuñas enroscadas de mulos
Acarreando el trigo y cebada…,
Planeando mieles, en la era castellana.


Antonio Molina Medina