Ya sé que soy
poca cosa,
una
insignificante cucaracha
que se cuela por
los agujeros
de la cocina, de
tu habitación.
Recorro el suelo
de
piedras y tierra
milenaria
sabiendo que un
simple pisotón
destripará mis
tripas
aplastará mi
cabeza,
despojándome
miseraicamente
de mi vida
para ponerla en
tus
manos y amarte,
CORAZÓN
Antonio Molina
Medina