Una negra
habitación cual colmena.
Se percibe sonrojada una cama
vacía
con sus sábanas
nuevas.
En la esquina,
cerca de la cama,
una caja de cartón
con unas ramas de morera,
mordisqueadas por ágiles gusanos
Brotan blancos
copos de nieve,
hilachados, de
seda, en los que remontará
el vuelo la
paloma, surcando
el cielo sin
fronteras,
dejando atrás
sábanas revueltas,
llenas de aromas
de cuerpos
poseídos por el
placer
de dos seres que se elevan.
Molina