SOLO LA VERDAD NOS HARÁ LIBRES.

 

La muy noble y leal ciudad de Orduña-Bizkaia-País Basco

“Yo pediría un programa de cultura trazado no para una sola clase o para los salones de conferencias, sino con un ojo hacia la vida práctica, el oeste, los trabajadores, los hechos de las granjas y de los ingenieros… Yo pediría de este programa a teoría una amplitud tan generosa que incluyera la más ancha área humana.”

Pablo Neruda

 

La muy noble y leal ciudad de Orduña-Bizkaia-País Basco


SOLO LA VERDAD NOS HARÁ LIBRES.


Autor de la exposición: D. Javier de la Torre-San Miguel de Basauri-Pais Basco 

Cuando el mundo lo dirigen los que disfrutan de la mentira ya que la verdad solo forma parte de la cordura… los que siempre se sintieron dueños de la mentira y de lo ajeno y nunca cejaron en su empeño de derrotar al que no pueden tolerar que el destino haya puesto en sus manos la dirección de un pueblo.

 

Parque del río Pícaro-Algeciras-Julio del 2023

Las urnas repletas de papeletas, mortecinas e inciertas, son toleradas mientras dominen eternamente los mismos que nos azotan el estómago y las costumbres. Y cuando no logran sus objetivos lanzan al viento los rumores del miedo y su mentira cual idólatras a un dios ajeno a ellos mismos. O se lo inventan…

 

Pocos ofrecen sus sentidos a lograr para que el pueblo abra los ojos. Abanicados por sus pestañas y olfateadas por sus oídos que se enajenan con vientos limpios de impurezas junto al revoloteo de golondrinas, cuyos picos adornan cuerpos de andrinas recogidas entre las espinas de sus ramas… Mientras la palabra se confunde con los seres que idolatran la materia y se enjuagan las manos con la sangre derramada, si es preciso ¡por ellos mismos!

 

La chorrera- El Cobre-Algeciras

“…se fragmentan los latidos”

Y te engullen los fragmentos.

Mientras el placer los une

en cuerpos que se alimentan

con el trigo y la harina;

con miradas que te incitan:

dejando libres los cuerpos.

Donde explotan sentimientos

que son el cauce de la vida.

 

Antonio Molina y José Luis Molina.

Entre los cañaverales que en las orillas de los ríos oscurecen los caminos, mientras las veredas antiguas se esconden al sentirse culpables por las pisadas de seres inhumanos que caminan, sin objetivos sensibles, ante la plebe que está perdiendo su esperanza ante
 tanta cosecha recogida del sembrado vocerío que cala inexorablemente en pueblos sin cultura.

29.01.24   

Antonio Molina Medina