UN HOMBRE DEL COBRE 2ª EDICIÓN-REFORMADA

La noche
 

Desde un remanso en la sierra, envuelto en la oscuridad,
emerge la Luna por Los Arcos de El Cobre,
iluminando sus casas y las luces en penumbra.

Al fondo, se divisa el mar…, la mar…, el mar.
La mar en esa hermosa Bahía con sus luces de colores
que iluminan su colina.

Relinchan los caballos, ladran los perros,
murmullos extraños…; brillan las estrellas,
el aire es respirable, brisa sosegada.
Se introduce la paz en los sentidos,
se disfruta de la soledad en el paraíso
divisando Los Arcos centenarios,
con la luminosidad de la figura de la luna.

Todo es silencio, a veces interrumpido por el sonar
de los animales nocturnos, junto a voces lejanas,
luces cuyo resplandor alumbra la oscuridad de la noche,
sombras de árboles centenarios,
grillos trinando en la lejanía.

El aire placentero que impregna mi rostro se detiene.
La noche está en calma.
Hermoso espectáculo para los sentidos.
El peñón con sus luces de colores.
Todo es vida, iluminándose el firmamento
por el resplandor de luz que producen las estrellas.
A la lejanía se vislumbra la autopista.
Serpiente multicolor.
Algeciras.
Remanso de paz en esta hermosa Bahía.
Resplandeciendo en la sierra
los sueños de los que un día
hicieron posible esta paz y esta realidad.
 

Tierra


Una luz en la sierra.
Una casa al final del camino.
Murmullo de voces lejanas.
Tierra y sueños de aquellos
que lucharon para conseguir
y hacer posible nuestra felicidad.
 

Piropos y quejidos

Algeciras blanca y bella,
que luchaste a través de tu historia
por tu propia identidad.
Peleaste junto a tus hijos,
tras él acosa enemigo,
y gracias a tu fortaleza,
supiste salir a flote
de tus indignas destrucciones.

Qué grande fuiste, eres y serás,
pues ciudad que atraiga como tú
no la he visto yo jamás.
He conocido tus calles,
tus campos y tus gentes,
se me han metido en mis entrañas,
imposible de olvidar.

Qué hermosura se presiente
en tus entrañas, más ya
se me presenta a mis ojos
como algo que debo alcanzar,
para encontrarme contigo
y no dejarte escapar, pues
sólo con tu hermosura se
alcanza toda la felicidad.

Antonio Molina Medina


CONTINUARA