No sé si me estoy volviendo loco o,
es pasión lo que yo siento.
Envuelto en la convulsión,
escucho las coplillas de Jacinto,
De Juanito y del Niño de Marchena,
que me remolcar en volandas
por las tierras cordobesas y
por nuestra Granada eterna, donde
poder contemplar la mujer más hermosa,
más rumbosa que haya mujer pario...
de hechuras corporales
materia fina y jugosa
cuál fino junco de río...
A. M. M.