MUJER

La Chorrera. Río de la Miel-El cobre. Algeciras
“Eres… la que me viste de magia”
Y resuena en mi cuerpo una porcelana
extraña, antigua magia donde los placeres
se escondían en nuestra alma y, sólo tu luz
y tus letras y tus versos y tu sonrisa, cual plegaria,
dejaron al descubierto tu magia, ya que la nuestra
estaba pletórica de fuerza.
Lustros de felonía, la que introdujeron
mentes extrañas… Hoy tu luz perforó
mis ansias, dejándome cuerdo y sentido,
capaz de discernir lo sublime que hay en ti.
Mujer sencillamente tierna y cuerda y amada.
05/05/18
Antonio Molina Medina

APARECIÓ LA LUNA

Poemario dedicado a mi nieta Lucia Molina Martin
Cuando la luna aparece golosa en las noches
ancestrales, brotando a borbotones sueños
incandescentes, desde el fuego que atormenta,
envuelta en minúsculas partículas de los ojos
de su amada, se despoja de su manto y le atrapa
en la distancia. Sublime en su candor, se desborda
el alma, los sentidos se revelan, al pie de una fragua,
donde moldean su cuerpo con el trueno golpean
al calor de las brasas de madera de encina,
de alcornoque, de haya, los golpes del acero,
los convierten en suspiros del alma.
Sinovas. Castilla y León.
 
¿Qué le queda por decir de tan insigne milagro,
suspendido en el aire que mece su cuerpo?
La trilogía del canto, se aglutina en su rostro,
le resuenan las horas de su tiempo de gloria.
La luna le cobija, su sombra le transporta
a las doradas praderas de espigas jugosas.
Harina de trigo se mezcla con la sal de sus
lágrimas, el agua manantial del que brota la
vida, de levadura e incienso, mezclada con saliva.
21/02/16
Antonio Molina Medina

 

JUAN MANSO BADILLO

Manuel Manso Vadillo y Antonio Molina Medina
(EL Cobre)
Me acomode sentado en una mesa, a su lado,
con un folio en blanco.
Observé su rostro y me quemó su calor humano.
Me hizo persona pensando en su sombra que salió
de su cuerpo en una tarde de antaño.
Le mire a los ojos que no eran extraños
y me hizo cómplice de su añejo pasado.
Me ofreció su sonrisa y compartimos
sus sueños, vivencias de otros años.
Charlamos del mundo, del propio y de extraños
Movía sus labios con gruesas palabras.
Como chorros de tinta se insertaban en mis manos.
Su mundo y el mío seguían pariendo ¡éramos hermanos!
Su gentil bigote me sonreía. Yo lo observaba, y me
encandilaba como buen quinque… lamparilla humilde
de agua y aceite con sabor a miel por su buen hacer.
 
Parque de los Alcornocales. El Cobre. Algeciras
Hoy su recuerdo me hace sonreír. Se hizo presente.
Lo vi venir con su paso lento y su bien reír
Repetía sus chistes que, con regocijo, reclamaba.
Versos que me hacían vivir. ¡Que la vida es vida
para vivirla! Él lo sabía y nos lo enseñó,
Lo bueno del mundo. Lo que él soñaba.
Lo que él soñó… y… lo que yo soñaba.
Antonio Molina Medina
23.01.20

“Fabricante de sueños”



Pedanía de Sinovas. Castilla León
Despegador de infortunios que acaecen en nuestro tiempo, que nos hacen humillar nuestro cuerpo. Como veletas nos tienen sin nubes en los tejados, herméticamente sumisos, sin sombra que nos cobije ni animal que nos defienda ya que todo está domesticado. Miras a tu alrededor y ya no quedan ojos que mirar, ni sonrisas que afloren de los rostros humildes, que, adormecidos, se esparcen por los caminos, por las antiguas veredas entre zarzales y olivos... Cruje el cielo en las colinas y los pasos secos, muy secos, ya no germinan. Mientras la luna fenece, se aparta de nuestro rumbo y se hace más tediosa ante los humanos que se ríen del planeta intentando destruirlo.
Noches Poéticas Bilbao Bizkaia
 
Mientras la injusticia sigue campando a su gusto ante ese dios que nos creó, que dicen era muy justo, al que mi alma se aferró y me hizo libre y no en los bastardos que mancillaron su cuerpo.
 
Hoy su angustia le remueve su intelecto y explota la cavidad de su tiempo ante las miradas, las miradas de ojos que se nutren de la nada ya que solo eso y nada más que eso, lo que les ofrece una sociedad inhumana, donde las palabras se las lleve el verde aroma del dinero. Las sombras envuelven los caminos llenos de barro y olvido, de lenguas que se nutren, de seres que sufren sin parada en ninguna parte. Otra vez la nada.
 
El hambre. La miseria. Pero la fuerza de seres que aman, que sienten las miserias humanas las que nos expiden los seres que solicitan un lugar en la tierra, se cuelan en mi alma cuyo corazón zozobra entre tanta miseria…, la que incita a mi mente; convencida del papel que le toca, recordando que somos hermanos desde que nos trajeron al lugar de la historia.
 
Tarifa. Cádiz.

"Fusionándose con las olas del mar"
Liberando la energía que por sus trazos
destellan. Arropadas por el viento,
participan en su alma, liberándola
del légamo que atormenta su origen
dejando fluir sustancias que, insaciables
fluyen de corazones que aman.
28/04/16
Antonio Molina Medina


CAMINANDO POR LA NATURALEZA


Ciudad de Orduña. Bizkaia
“Las emociones sintonizan con la naturaleza
En el mundo de hoy, sobre todo en las ciudades,
las prisas y la tecnología nos hacen a veces olvidar
en qué momento del ciclo anual nos encontramos.
Sin embargo, para abrirnos a la armonía del mundo
es esencial conectar con los ritmos de la naturaleza;
percibir los cambios y los ciclos, en el macrocosmos y
en el microcosmos de nuestro interior; sentir cómo
se manifiestan el transcurrir de los días y noches y estaciones.”

Ciudad de Orduña. Bizkaia
Fue un día dos de enero de 2020.

Ciudad de Orduña. Bizkaia.
El viento de la sierra Salvada, avivaba su fuerza acompañando a su cuerpo que se dejaba caer lentamente, sobre su organismo desde su montaña. 

Y el frío galopaba por las piezas de verde esperanza. 

Y la luz se abría y se cerraba, caminando por la orilla del río Nervión, con un cielo azul donde el sol comenzaba su andadura. 

Y desde la montaña, al caminar, apagaba los rayos mañaneros y el viento atizaba su aire contra su cuerpo. Mientras, en la pequeña ciudadela, el humo en las chimeneas subía presuroso formando nubes de incienso. 

Campos del valle de la Ciudad de Orduña.
Entre callejuelas sin tránsito de personas, la sombra de su iglesia le lleva al histórico pórtico, cuyos hastiales y columnas le sonríen desde tiempos pasados y, quizá, lejanos.
 
La vieja fuente cubierta por una capa de hielo se cuartea con los primeros rayos de sol y los pasos se deslizan camino al ‘Infierno’ para calentarse con caldo y ascuas de una sencilla candela, donde unos troncos dejan su calor en el hábitat que nos acoge, muy cercano a su río: nuestro río Nervión, que hoy no enmudece, que se hace fuerte entre la corriente. 
Río Nervión. Delika. Álava

Y siente en el alma, que camina a su lado y siente su agua mirando su cascada fría y siempre sonriéndonos al penetrar entre sus aguas por la poza que cubría nuestro cuerpo, "arrejuntándonos" entre la juventud y la plácida corriente.

Nacimiento del joven río Nervión. Delika. Álava
La soledad todo lo comparte. Y le fluyen recuerdos y corta fuegos entre troncos y sierra; entre manos antiguas de seres que aun sienten la pasión de formar parte del paisaje; debajo del puente, donde las vías del tren siguen incorruptibles a pesar de años trascurridos.

Las fuentes adornan el camino, antes, de bueyes y animales que tiraban de los carros repletos de mieses… de trigo y cebada y de alfalfa y avena y mazorcas de borona y alimento para los animales.

La gran pradera saluda a su vuelta, deja atrás sus caseríos y palacetes y carreteras, antes caminos de carros. 

Valle de Arrastaria. Alava.Orduña
Lentamente, con mirada altiva y sedienta de sensaciones, veía la nube blanca que. poco a poco. se deslizaba sobre la falda de su montaña, impulsando el frío del Bolló que nos cubría con su frialdad.  

El valle se extendía a su vista y las montañas orgullosas se imponían, recibiendo el calor de los rayos del sol que las adornaba. Y el verde, el verde de los campos junto a las vacas y corderos y caballos y burros, reponían sus cuerpos con la yerba fresca.

Y, cuando te das cuenta, te topas con la Ciudad de Orduña, donde solo viertes la vista en mirarla y sentirte niño, quizás, otra vez. Las campanas tocan las horas y el viento se apacigua dejando que el frío no enturbie la tarde y nos deja llevarnos otra vez la luz y el amor de sus calles y fuentes y hastiales, donde trascurrieron muchas mocedades, en el que no había ni siquiera estrés.
Peña Salvada. Ciudad de Orduña.
04.01.20
Antonio Molina Medina

 

SEGUIMOS VIVOS… MARCIANOS.


Ciudad de Orduña. Bizkaia.
¡Jo, cómo pasa el tiemplo, amigo mío!... 77 años y seguimos vivos en esta fiel tierra que nos acogió. Aunque ya maltrechos, repletos de musgo de sueños marchitos, pero la vida la que nos robaron cuando fuimos niños es la que nos aviva hoy las ilusiones.

Lejos ya del sueño, cuando nos conocimos entre los prados y ríos y montañas nevadas, al amparo de una sombra que procedía de la montaña.

El Cobre...Algeciras.
Hoy sigo cultivando los campos aunque las baldosas nos atrapen. Pero lo que nunca podrán hacer será rebanarnos esa libertad que tanto costó conseguir y que hoy, esos niñatos de políticos, nos tratan de sustraer, por la mentira y el miedo… Otra vez, al tirano que nos apaleo en nuestra juventud, le dan alas para seguir haciendo sus fechorías desde una lápida... Sin  remedio amigo mío.

 
 
 
 
 
Sinovas. Castilla León
POESÍA
"Prefiero las letras, para jugar con ellas"
Para sentirme niño con palabras sinceras.
Atajo, para aferrarme al olivo,
ese cuerpo añejo de joroba antigua,
de sentires tiernos donde los ojos
dejan su caldo al filo de la tarde,
entre jazmines y sierras poblada
de seres que sentían los sueños,
que provenían de su cuerpo...
Sinceras plegarias son hoy tu mirada.
Y yo me aferro a ellas, para sentirme seguro,
ya que las palabras, son el almizcle que
deja su rastro, hoy, para seguirte…
Sin miedo. Sin cautela. Porque tú eres
parte de mis alegrías y siento tus penas.
03.01.20
Antonio Molina Medina