RÍOS: DE LA MIEL… GENIL... NERVIÓN…

 

Río de la Miel-El Cobre-Algeciras

Son tres ríos por los que navega aún su alma, los que colaron sus humedades transparentes, ¡Cuán bellas y suaves doncellas! las que se filtraron en su cerebro limpio de impurezas, para acoplarse en un habitáculo de su corazón, donde el horizonte de su cielo relucía entre las nubes blancas y suaves al tacto de las letras, cuya puerta, siempre abierta y limpia, cual jardín en los altares del palacio de su ser;  una mesa flotaba repleta de papiros blancos colmados de letras… con sus sillas de madera y brezo, en la cual esclarece sus vivencias ya consumadas. Hojas emborronadas de tinta mal cuidada por los años de ignorancia, aunque visibles al trasluz de su añoranza.

 

Río Nervión Orduña-Bizkaia

A veces, la tinta se amotinó con la lluvia en su cutis, y su anatomía le aprisionaba, y se sublevaba su corazón con las palabras encontradas entre la basura de su alma. Ellas se dejaban engarzar, como pepitas de oro entre los haces de tierra y agua, esclareciendo lo mejor de sus sentimientos entre la espuma que provoca la caída precipitada de las aguas del ‘cernedor’ que le atrapó y la espuma de sus aguas.

 

Entre sus aguas, sus ríos. Sus algaradas se acunaban, y el vivo sol le atrapaba; esos rayos que le duelen entre la siembra de sus lágrimas de ‘chirimiri’, entre la vida y la muerte.

Aferrado a la nada, con su mano encadenada, se dejaba arrastrar por ellas. Esas mujeres que duelen y se hacen cuerpo entre las aguas, ¡sus aguas!… aun en la nada del río. Y se amotinaron. Y en su corriente le atrapó, y lo envolvió entre el ‘guijo’ de su fondo, dejando su sangre congelada entre la espuma de cascadas del miedo y la pereza. Mientras la blanca espuma de la nada se entumece y se destruye ante el becerro de oro del mundo que nos paraliza y no deja que la nada nos mantenga, como semilla de cizaña en la tierra que nos palpa y nos cobija. La que nos ofrece una vida nueva.

Valderruvio Granada.

Antonio Molina Medina

19.11.19