MUJER


¡Cuánta paz trasmite su mirada! ¡Cuánto amor acumulado el que surge de su cuerpo! Su corazón brama con ansias. Sólo su pensamiento se solaza con un amor descubierto, sin fronteras; sólo él se desborda sin compuertas o barreras que se instalen y detengan la sangre de sus venas.

De su cuerpo fluye la vida. Se dejó atrapar. Son sentimientos los que le estimulas, mujer. Mira su figura, que le consuela y sus ojos: que le hacen soñar y vivir intensamente. Colgado a su cuello, instalado en su alma, siente los latidos de su corazón: que tanto quiere, tanto ama y amará…
Antonio Molina Medina