LA CAMPANA

 
 
Hoy no ha sonada la campana,
en la ciudad no hay fantasías,
pero los sueños son reales y
tú, habitas en ellos, cada día.
Son tan veraces,
como el aire que respiro día a día.
Soñé que soñaba que mi corazón reía
y se solazaba en la parva,
en las noches alegres,
al apagarse el día,
envueltos en sudor y la alegría
después de un cúmulo de realidades
el juego nos entretenía.
Si, hoy no ha tocado la campana,
pero mi corazón ardía.
Los sueños me acogían
mecían mi cuerpo y mi alma
los recibía complacida
de poder retenerlos.
Merece vivir la vida,
sabiendo que alguien a
quien quieres te recuerda.
Aunque solo sean sueños,
los que se necesitan en
la vida para seguir viviendo.
Antonio Molina