Tengo fe, sí.
Tengo fe en todo
lo que realizas.
Tengo fe en lo
que tus manos tocan
enroscadas en el
aire que respiro,
en la brisa impresa en tu
sonrisa,
en tus gestos
que me animan
a alzar el vuelo
por la estepa,
llena de zarzas
espinosas,
de verdes hojas
que al secarse
se clavan en mis
carnes
para marcarme y
hacerme sentir
que estoy vivo
cada día;
mas consciente
de seguir
esta aventura
conjugando palabras,
persuasivas al
compás de
la música sacra
que brota de
las cuerdas insertadas en esta
guitarra.
Antonio Molina
Medina