LA CLARIDAD

 

Ciudad de Orduña-Bizkaia-País Basco

“A mí se me antoja que estaría siempre bien allí donde no estoy y mi alma me mediría:<< ¡En cualquier lugar, siempre que no esté en el mundo>>

Baudelaire!

 

Orduña- (Museo)-Bizkaia-País Basco

LA CLARIDAD

Y a las claras horas de su madrugada comienzan a desaparecer las estrellas que nos alumbran del azul cielo, limpio y pasivo firmamento. Hay veces que entre risas sus sentidos se desplazan de su cuerpo, y su mente se pacifica intentando escapar del caos que le oprime. Aunque él busca algo de cordura enclaustrando en las cuevas de la montaña, taladrado por sus años. Los de un cuerpo en movimiento de sustancias repletas de sueños que entierra cual simoniaco e incrédulo, cómo es desdoblar una crencha la que divide su mente en dos mitades antes de ingresar con la mirada a la ciudad versada, y su cuerpo se disuelva entre los lujos de la verdad comparado con la esencia que su alma le pedía.

 

Orduña-Bizkaia-País Basco

Trasciende la libertad ya asumida, aunque las flechas de fuego golpean su cuerpo protegido por el cuero ya instruido y amparado por la pasión la que se disuelve por su cuerpo el que, sostenido por su amor a la Cultura, sonríe contra el mal de su maldad. Su estado de ánimo prolifera, inquebrantable, por los depositarios acelerando las hojas verdes de su pensamiento en Libertad, que hace retroceder su sombra para alejarse de él dejando al descubierto las miserias que su sombra vivió cual adolescente, en su envoltorio ya apostillado y fugaz de su anatomía, hasta descubrir y afirmar la propia poesía que se sorprende de nosotros.

 

Sinovas-Castilla y León

Y nos sonríe, e incluso llega a dejarnos seguir acunando su cuerpo entre los folios, de donde rígidos versos flotan salidos de sus dedos, y el lápiz antiguo, aún se dilata mientras soñamos lo trazado que abunda en nuestro subconsciente, ya inflexible a la sazón; desbocado caballo de carrera o, ciclón llameante que se aferró a nuestra forma y manera de vivir, la de los que no logran desterrar de nuestro afanado y locuaz mundo que nos creó para poder vivir fuera del propio infierno.      

27.11.24   

Antonio Molina Medina