YON ALBERDI

Embrutecidos por el paso del tiempo
contemplamos con tristeza
aquellos valores que perdimos.
Vivimos en una sociedad que adolece
de interés y profundidad
mirándola desde la trastienda
de nuestro corazón.
 
Ya ves Alberdi: esa vida que tú viviste
con esa sabiduría, que solo poseen
los que desde muy jóvenes,
despegar hicieron por sendas
muy estrechas y quebradas,
para poder conseguir esa grandeza
que fue tu entrega a la cultura.
La Cultura milenaria.
 

Pasa el tiempo
y tu figura se agiganta,
se engrandece y se ensalza,
como sustento exquisito
que podemos degustar
cual manjar saludable
en lo más profundo
de nuestra alma.
 
Te espera un lugar en la gloria
cerca de las estrellas,
que compartir harán con gozo
los Dioses: esa felicidad tan manifiesta.
 
Te mereces este grato recuerdo
para no olvidar tu gigante figura.
Que sepan, que estuviste entre nosotros
y no olvidar tu obra perdurable
permanecerás perenne para
todas las gentes venideras
y con aquellos que siguen
con los aperos de tu obra.
Antonio Molina