RAYOS DE LUCES

Hoy he abierto la ventana y un rayo de luz ha penetrado con fuerza con los ojos diminutos desde los campos dorados, entre algarrobas y naranjas. Los limones me atrapaban. Su frescor, cual alferecía, me trasporta en volandas al cielo de Andalucía donde deposité mi alma, la que un día me dio mi ‘Mare’ por su casta y gallardía.
Nacer es necesario. Vivir es obligado. Y si nacemos y vivimos, nunca moriremos. Son las reglas de la vida. Sólo los sueños… son sueños y de ellos me alimento para seguir viviendo en este disfraz de vida.

Antonio Molina Medina


Cuando una luz te ciega de improviso y
unos ojos deslumbran sin piedad,
poco puedes hacer por evitarlos y
sólo te queda dejarlos marchar.
Poco importa volver  al olvido,
volver a las sombras,
dejarse envolver
de nuevo por la oscuridad
donde estaba instalada su alma.
La vida nos cambia y nos duele.
El amor está vedado para algunos seres
que tratan de salir del olvido y coger
con su fuerza la vara del carro,
de bueyes yunteros, y
al paso sencillo que un día vivió,
caminar con soltura llenándose
de barro las albarcas
aunque penetre el agua.
La vida sencilla es la más difícil de llevar.
Antonio Molina Medina

CARTA SOLO CARTA DE UN AMOR ENCONTRADO

Sólo eso amor, quererte, sólo quererte, y caminar junto a ti para que tu sombra pueda brillar con luz propia. No habrá ya estrellas que suplan el resplandor que fluye en tu figura, ni voces capaces de romper la magia que provoca todo tú ser. Corazón, corazón del que no puede ya vivir sin saber que otro corazón está latiendo entre los pliegues de su cuerpo. Sortea los meandros de sus venas, se desliza por sus arterias, diminutas fuentes de sangre aún caliente. Después del día majestuoso donde pudo disfrutar de su belleza, no ya su voz, poderoso afrodisíaco perfectamente cauto y sonoro, así te siente, te ve, te observa y te ama, con todo su intensidad puesta en sus manos.

Ya ves amor, no sé cómo tratar a una MUJER como ella. Cualquier calificativo es diminuto, pobre en expresiones, porque ella es muy grande. Quiero seguir volando a su lado para sentirme vivo y consolado, y darle todo lo que he sembrado.

El Gato con botas sigue su camino despejando praderas, campos llenos de trigo, aldeas y castillos, para ofrecérselos a las Musas, que restauraron una vida curando con mimo sus heridas poniendo tiritas que adornan su cuerpo dolorido que estaba en tinieblas.

Antonio Molina Medina

EMERGER


Emergió desde una grieta que
su corazón portaba
con figura de acero,
y sonrisa quebrada.
Suspendió entre musas
sin dueño que le atara.
Se balanceó en su habita
sin miedos que quemaran;
sin casulla, entre llamas.
Su corazón impulsaba
el aire placentero, endulzando,
fluyendo su boca que
sus labios palabreaban.
Solicitas eran las palabras que
su alma invitaba
y gozaba en su trama.
Llegada su partida,
el descanso sereno,
con sonrisa etrusca
te montaste en el carro
de tu yunta sin freno,
para transportarnos
a los mares serenos.


Antonio Molina Medina  

VERDE AGUA

Sufrirá su destino tan ligado a su sombra.
Acompaña a la mía
por la senda tortuosa que su cielo ha trenzado.
Sólo espera a su estrella, la que un día descubrió
la luz azulada que le cegó el alma
dando impulso al corazón.
¡No le niegues sus rayos!
¡Cabriolo destino! ¡Oscuro! ¡Necesario!
Cada día más brioso de sueños planetarios
palmetea la luz. Sustenta su oscuridad.
Verdea su fuente del color de la noche
firme y seguro seguirá su camino
hasta la eternidad mujer.

Antonio Molina  Medina

Federico…

Encontró el amor y lo volteó a los vientos.
Las palabras sellaron su fina andadura.
Amó mucho y dejó su legado expuesto.
Su amor fue sincero y nos devolvió
su calor humano. Su muerte no es tal,
porque el amor no muere nunca
y, como él, siempre prevalece.


Antonio Molina Medina

REFLEXIÓNES

Deshacer lo ya escrito es
tarea insalvable.

Caminar sobre el viento,
sólo es fantasía.

Cabalgar por las nubes
es producto del sueño,

y volar a su lado es
producto del deseo.

Comer de plato ajeno
no es aconsejable.

Dormir en soledad es
camino que arde.

Mirar unos ojos sin
llegar a soñarles
es pura curación,
sueños inalcanzables.

Querer y que te quieran
es tarea creativa,

desear a los que quieres
para darles tu vida.

Comulgar con sus actos,
con la esperanza puesta
en el mundo que arde,
se renueva la vida
con rebeldía sincera.

Amar es el placer no acto
para incurables, sólo lo puedes
ver desde el otro lado del monte.

Los caminos se cruzan
una vez en tu vida,
cógete el tren en marcha,
no tendrás otra posibilidad

Antonio Molina Medina

SENTIMIENTOS

Cuando los sentimientos
se dejan brotar es...
como manantial que se aferrara a
los canalones repletos de yerba,
marcando el comienzo de un serpenteo
cuyo caudal insospechado llegará
en forma de río a la
inmensidad del océano.
Si supiéramos escribir
sería diferente y el caudal
se podría agotar.
Sus palabras serán eternas y
durarán para siempre.


Antonio Molina Medina

GUITARRA

Guitarra
Dedicada a mi tío Félix
 
Si una guitarra desgarra
sus cuerdas con alegría
yo me apareo con lla
‘llevao’ de mi fantasía.
 
 Sus cuerdas son su lamento.
¡Qué manjar más delicado
es para mí su vibrar!
Salen lamentos de ti,
como mi Madre decía.
 
Amor a todo lo nuestro
y ¡qué bien se te entendía!
Por boca de tus cantores,
trovadores y poetas
que tú supiste inspirar,
con tu brillo y tu pureza.
 
 Los cantes por ‘Soleá’,
las hermosas ‘Peteneras,
´’Seguiriyas’, con tantos “palos”
que de la garganta saltan
de hombres que por ti se empeñan…
 
Unos, por ser superiores,
otros, que te descubrían.
Tu sonido que arrebata
es una miel exquisita
que de tus paneles brota.
La baba se me caía
escuchando tus cantares,
puros como perlas sueltas
que de tu fuente manaban.
Humedeciste mi cara.
Qué lágrimas se me hacían.
 
Antonio Molina Medina

 

HOLA AMIGA…


Hola amiga, levantarse y desayunar con tu recuerdo es manjar que pocos aprecian. Algunos, cuando caminan desperezándose, se acuerden de ti con una sonrisa. Eso es verdad, es evidente porque la materia resplandece con el sol y cuando la Luna divisa en el firmamento su sombra, tu sombra, indica a los mortales la figura de tu cuerpo. Pero algo más tiene de mágico tu esqueleto que está con mucha fuerza en mi interior, me apasiona y me hace vivir intensamente recuerdos mágicos que no quiero olvidar. La mujer que yo intuyo y presiento, no sólo por intuir ni por pasión, esa otra mujer que pocos ven, es algo más que cuerpo. Tu corazón es algarabía y sueños, haces volar a los que te queremos. Eres dulzura embrión de muchos sueños con mente sabia llena de ilusiones. No tiene precio poder estar a tu lado disfrutando con tu interior querida amiga. Quererte es poco. Amarte hasta la locura es perdonable. Todo te lo doy, ya nada tengo. Seguir a tu lado es el mayor acierto que he realizado en su corta vida, porque lo anterior no era vida, solo sombras y silencio.

Mujer, si esto no es amor, que venga el mundo y lo des-diga. Un fiel amante que se cobija entre sus brazos, pletórico de sueños, copula con el viento como gigantes de sueños.

Antonio Molina Medina

 

ENTRE NUBES


Entre nubes hadas y gnomos,
duendecillos sin miedos,
contemplando absortos
sus vibrantes atuendos.
Sus ojos se mecían y
de ellos brotaban mis sueños
Lágrimas de cebolla eran
su gran sustento.
Plácido y risueño yo los miraba.
Inciertos vuelan mis pensamientos
en su fuego intenso.
Su corazón es oro, mirra e incienso
Los ángeles la aclamaban
al brotar de su boca
los manjares y plegarias
que su corazón sustentan.
Ella es... pura bonanza.
 

Antonio Molina Medina

Estimada amiga:


Me adentro en tus escritos jugosos y cautos,

llenos de sorpresas y de buenas letras.

No sé qué pensar de los que te leen,
sólo son palabras, pero llevan impresas
tu propia sonrisa de risas y sueños.
Te considero una Loba marinera,
auténtica luchadora,
que sortea los aguaceros
con soltura y fiereza...
Sorpresa, sólo sorpresas,
de jugosas experiencias.
Poder compartir contigo
ese saber hacer y con qué
algarabía galopa mi corazón...
Así, camina. Así, canta y suena
con los cantos de tu alegría.
Antonio Molina Medina

FEDERICO


Había algo de verde.
Los campos estaban llenos de verde,
los prados de trigales verdes,
el cielo color verdoso y
la luna, ya por la noche,
se colaba entre los verdes.
Caminos verdosos,
como pajizos, muy verdes,
sulfuran pregón de verdes y
le vimos deambular montado
en caballo negro, verde,
junto a los limoneros verdes,
blancos, amarillos y
bebiendo agua del río
pletórica en su verde.
 
Antonio Molina Medina